martes, 28 de agosto de 2018

Matutino, te prometo que...

¡Buenos días!

... Te prometo que te escribiré poniendo lo mejor de mí en el empeño, que haré todo lo que sea posible para que tus excelencias sean conocidas allende mío y destaquen, que... Y el verano nos sigue prometiendo que hará calor, y más calor, que nos agobiará con él, aunque a veces necesitemos que corra el aire por entre nosotros, que si no nos consumiremos. Pues eso, 34ºC muy soleados con sofocantes noches de insomnio, pues la mínima no bajará de los 22ºC. Y en las previsiones meteorológicas todavía no se barruntan promesas de alivio.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Promesa al amanecer" ("La promesse de l'aube"), basada en la novela homónima, aproximadamente autobiográfica, de Romain Gary, el único autor que ganó dos veces el premio Goncourt, dirigida por Eric Barbier, e interpretada por Charlotte Gainsbourg y Pierre Niney. Es el quinto largo, y primero que veo, de este director francés.

Una mujer, no se sabe si rusa o polaca, se busca la vida de manera picaresca en la Polonia de los pasados años 20. Madre soltera, con un único hijo al que cuida y mima hasta casi la desmesura, tiene sueños de grandeza y se da muchas ínfulas a cuenta de él, a quien anima obsesivamente para que sea un gran escritor y un glorioso aviador bélico, lo que les dará fama y reconocimiento, pero de momento ignominiosas burlas. En los años 30, debido a sus orígenes judíos, y ante el auge de los nazis en Alemania, decide migrar a Francia. Poco antes del inicio de la II Guerra Mundial el joven se alistará en el ejército francés, con la madre siempre animándole, cuando no agobiándole, para que escriba una gran novela y se convierta en un héroe.

Una buena película en general (nota: 6), con sus más y sus menos, que a ratos me descolocó por su punto de excentricidad y desmesura y en otros me agradó por lo mismo. Intenso drama, sobre las andanzas bastante rocambolescas de madre e hijo, plenas de decepciones y algunas alegrías; madre excesiva y sobreprotectora, e hijo sufridor que no quiere defraudarla, y sobre la mutua dependencia de ambos.

Ahora, como lo prometido -tácitamente- es deuda, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, de entre las que recopilo con mayor o menor esfuerzo:

 - "Quien promete, en deuda se mete".  (Refrán).

 - "Las promesas valen más y cuestan menos. Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas".  (Anatole France).

 - "Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado".  (Gotthold Ephraim Lessing).

Besos y abrazos,

Don.
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