¡Buenos días!
No creo que diez mil, pero
más de un par de kilos sí que os habré dado desde que vieron la luz estos
matutinos allá por 1999, siempre acompañándome y sintiéndome acompañado por
ellos, a pesar de algunas ausencias, que no todos los días se vienen conmigo.
Lo asumo y comprendo, y así los quiero, que cuando vienen los abrazo con más
fuerza. Hoy tenemos otro buen día de verano, con una máxima prevista de 34ºC,
cálidos, pero sin agobiar demasiado.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Mil veces buenas noches"
("A thousand times goodnight"), de Erik Poppe, y con Juliette
Binoche, Nikolaj Coster-Waldau, y Lauryn Canny. Es el primer largo que veo de
este director noruego, que anteriormente fue fotorreportero de guerra.
Una de las mejores
fotógrafas de guerra del mundo es gravemente herida por una bomba en Kabul
mientras ejercía su trabajo. De vuelta en casa su marido le dice que tanto él
como sus dos hijas, una ya adolescente y la otra más pequeña, no pueden seguir
ya soportando sus largas ausencias y la angustiosa incertidumbre por la
peligrosa vida que lleva, así que le da el ultimátum de que elija entre su
trabajo o su familia. Ella le promete que ya no volverá a trabajar más en una
zona de conflicto armado. Al poco le ofrecen hacer un reportaje gráfico en un
campo de refugiados en Kenia, lugar aparentemente tan seguro como para llevarse
a su hija mayor con ella durante unos pocos días.
Un estupendo drama, parece
que autobiográfico del director, sobre dolorosísimos conflictos internos de
alguien que los ha visto armados a lo largo del mundo, a base de miradas y
silencios, muy duro emocionalmente. También una historia sobre los devastadores
efectos colaterales de quien no concilia bien sus vidas profesional y familiar,
y sobre la adicción al oficio de reportero de guerra, gente que termina por
inadaptarse a la vida cotidiana tras haber vivido en directo y reiteradamente
los horrores de la guerra como especie de notario sin capacidad de
intervención. Parece destilar también, a través del personaje de la hija
adolescente, la relatividad de nuestros pesares, tanto los de los propios
personajes del film, como los nuestros como espectadores sobrecogidos por lo
que se nos cuenta. Impecable y hermosísima fotografía, como no menos podía
esperarse de un director que antes fue fotógrafo. Si no os importa sufrir, os
la recomiendo.
Ahora algo de sabiduría ajena,
comenzando por un brevísimo extracto del "Romeo y Julieta" de William
Shakespeare, perfecto leitmotiv del film, pues de hecho su título está tomado
de aquí:
- "JULIETA: Mil veces buenas noches.
(Se retira Julieta).
ROMEO: Mil veces malas, pues
me falta tu luz [...]". (William
Shakespeare).
- "El problema del matrimonio es que se
acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a
reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno". (Gabriel García Márquez).
- "No te ilusiones con tu riqueza y tu
belleza; puedes perderlas: aquélla en una noche; ésta, en una
fiebre". (Omar Khayyam).
- "Para los hombres, nada dura: ni la
noche estrellada, ni los desastres, ni la riqueza; todo esto de pronto un día
ha huido". (Sófocles).
Besos y abrazos,
Don.
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