¡Buenos días!
En este mundo matutino, en
el que me suelo aislar a veces de la realidad que me rodea, doy rienda suelta a
mi imaginación e idealizadas pasiones sin importarme un comino lo que otros
piensen, porque es parte de mi camino vital, que al menos aquí no se tuerce por
la presión del que dirán. Ya sabéis de mis arrebatos por mis hadas y ninfas y
por el entorno que les rodea, que aquí lo suelo hacer público y manifiesto. Lo
mismo que hace el clima, que nos trae lo que nos tiene que traer, sin
importarle nuestras preferencias puntuales y quejas, como estos días de
invierno terminal, en los que ayer llovía y hoy quiere salir el sol, en un
voluble vaivén jamás afectado por nuestras consideraciones.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "Ana Karenina" ("Anna
Karenina"), de Joe Wright, y con Keira Knightley, Jude Law, Aaron Taylor
Johnson, Kelly McDonald, Matthew McFadyen, Domhnall Gleeson, Alicia Vikander y
Olivia Williams. Está basada en una de las obras cumbres de la literatura universal,
la novela homónima de León Tolstoi. Es el quinto largo de este director, tras
"Hanna" (2011),
"El solista" ("The soloist", 2009), que no he visto,
"Expiación" ("Atonement", 2007),
y "Orgullo y prejuicio" ("Pride & prejudice", 2005).
En la Rusia imperial de la
segunda mitad del s.XIX, Ana Karenina, casada con un importante estadista, con
el que tiene un hijo, viaja para ver a su hermano que la requiere para que
trate de convencer a su mujer que no se divorcie de él, a pesar de sus
continuos devaneos amorosos. En el viaje conocerá a un apuesto joven de quien
caerá perdidamente enamorada y acaban convertidos en amantes, abandonando a su
esposo cuando queda embarazada, para irse a vivir con su amante, para escándalo
de la hipócrita alta sociedad, que la repudia, por hacer público y notorio su
adulterio, cuando todos lo hacen, pero a escondidas.
Una sobresaliente película,
que os recomiendo, sorprendente por sus formas, aunque al principio me
desconcertaron algo, pues sin perder buena parte de la esencia de la novela al
trasladarla a imágenes, nos la contó de un modo espléndido, con unas continuas
y rotundas elipsis (magistrales para mí) y entremezclando por medio elementos
teatrales, de opereta, pero sin perder el apabullante poderío de unas imágenes
cinematográficas que en algo me recordaron a "Moulin Rouge" (2001),
de Baz Luhrmann, que también me entusiasmó. No es un film musical como ésta,
pero me pareció que esta innovadora forma de enfocar un clásico de la novela
universal fue como si hubiese escuchado una formidable versión de jazz (o
cualquier otro estilo musical más moderno) de una pieza clásica, por ejemplo de
Tchaikovsky, Mozart o Beethoven.
Además de recomendaros esta
película, os recomiendo (y lo hago conmigo mismo) la lectura de la novela, que
seguro será más densa y profunda que lo que se pudo ver en poco más de dos
horas de espléndido cine, una sucesión de historias cruzadas de amores
transitivos (y no conmutativos), de amores no correspondidos, de diversa
condición, que a veces encuentran su satisfacción cambiando de rumbo y mirando
hacia otros. También nos habla de perdón y reconciliación, e incluye grandes
dosis de crítica social, a la hipocresía, a la condición de la mujer en esa
cerrada sociedad.
Ahora, algo de sabiduría
ajena, que espero os arrebate y ayude a ponderar los arrebatos por los que nos
dejamos llevar:
- "Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados". (Francisco Ayala).
- "Hay mujeres que quieren tanto a sus
maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas". (Alejandro Dumas).
- "Se llama matrimonio de conveniencia a
la unión entre personas que no se convienen mutuamente". (Alphonse Karr).
- "Donde hay matrimonio sin amor, habrá
amor sin matrimonio". (Benjamín
Franklin).
- "Odioso para mí, como las puertas del
Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra". (Homero).
- "La volubilidad de la mujer a quien amo
es sólo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me
aman". (George Bernard Shaw).
- "El que ha conocido sólo a su mujer y
la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil". (León Tolstoi).
- "El secreto de la felicidad no está en
hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se
hace". (León Tolstoi).
- "A un gran corazón, ninguna ingratitud
lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa".
(León Tolstoi).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario