lunes, 18 de marzo de 2013

No me importa lo que digan de mis arrebatos matutinos

¡Buenos días!

En este mundo matutino, en el que me suelo aislar a veces de la realidad que me rodea, doy rienda suelta a mi imaginación e idealizadas pasiones sin importarme un comino lo que otros piensen, porque es parte de mi camino vital, que al menos aquí no se tuerce por la presión del que dirán. Ya sabéis de mis arrebatos por mis hadas y ninfas y por el entorno que les rodea, que aquí lo suelo hacer público y manifiesto. Lo mismo que hace el clima, que nos trae lo que nos tiene que traer, sin importarle nuestras preferencias puntuales y quejas, como estos días de invierno terminal, en los que ayer llovía y hoy quiere salir el sol, en un voluble vaivén jamás afectado por nuestras consideraciones.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Ana Karenina" ("Anna Karenina"), de Joe Wright, y con Keira Knightley, Jude Law, Aaron Taylor Johnson, Kelly McDonald, Matthew McFadyen, Domhnall Gleeson, Alicia Vikander y Olivia Williams. Está basada en una de las obras cumbres de la literatura universal, la novela homónima de León Tolstoi. Es el quinto largo de este director, tras "Hanna" (2011), "El solista" ("The soloist", 2009), que no he visto, "Expiación" ("Atonement", 2007), y "Orgullo y prejuicio" ("Pride & prejudice", 2005).

En la Rusia imperial de la segunda mitad del s.XIX, Ana Karenina, casada con un importante estadista, con el que tiene un hijo, viaja para ver a su hermano que la requiere para que trate de convencer a su mujer que no se divorcie de él, a pesar de sus continuos devaneos amorosos. En el viaje conocerá a un apuesto joven de quien caerá perdidamente enamorada y acaban convertidos en amantes, abandonando a su esposo cuando queda embarazada, para irse a vivir con su amante, para escándalo de la hipócrita alta sociedad, que la repudia, por hacer público y notorio su adulterio, cuando todos lo hacen, pero a escondidas.

Una sobresaliente película, que os recomiendo, sorprendente por sus formas, aunque al principio me desconcertaron algo, pues sin perder buena parte de la esencia de la novela al trasladarla a imágenes, nos la contó de un modo espléndido, con unas continuas y rotundas elipsis (magistrales para mí) y entremezclando por medio elementos teatrales, de opereta, pero sin perder el apabullante poderío de unas imágenes cinematográficas que en algo me recordaron a "Moulin Rouge" (2001), de Baz Luhrmann, que también me entusiasmó. No es un film musical como ésta, pero me pareció que esta innovadora forma de enfocar un clásico de la novela universal fue como si hubiese escuchado una formidable versión de jazz (o cualquier otro estilo musical más moderno) de una pieza clásica, por ejemplo de Tchaikovsky, Mozart o Beethoven.

Además de recomendaros esta película, os recomiendo (y lo hago conmigo mismo) la lectura de la novela, que seguro será más densa y profunda que lo que se pudo ver en poco más de dos horas de espléndido cine, una sucesión de historias cruzadas de amores transitivos (y no conmutativos), de amores no correspondidos, de diversa condición, que a veces encuentran su satisfacción cambiando de rumbo y mirando hacia otros. También nos habla de perdón y reconciliación, e incluye grandes dosis de crítica social, a la hipocresía, a la condición de la mujer en esa cerrada sociedad.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que espero os arrebate y ayude a ponderar los arrebatos por los que nos dejamos llevar:

 - "Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados".  (Francisco Ayala).

 - "Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas".  (Alejandro Dumas).

 - "Se llama matrimonio de conveniencia a la unión entre personas que no se convienen mutuamente".  (Alphonse Karr).

 - "Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio".  (Benjamín Franklin).

 - "Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra".  (Homero).

 - "La volubilidad de la mujer a quien amo es sólo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me aman".  (George Bernard Shaw).

 - "El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil".  (León Tolstoi).

 - "El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace".  (León Tolstoi).

 - "A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa".  (León Tolstoi).

Besos y abrazos,

Don.
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