lunes, 4 de febrero de 2013

Matutino del suspense

¡Buenos días!

Parece que en estos días de plácido y soleado invierno, que apenas cambian con el paso de los días, no hay emocionante incertidumbre ante lo sorprendente que pudiera acaecernos. Pero no nos dejemos engañar, que a la vuelta de cualquier recodo seguro que salta la liebre, o el gallo, y viviremos la intensa emoción de tratar de engancharlo, con más o menos dificultades, pero así es la vida, una carrera de obstáculos que tratamos de superar sin mucho desafinar.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Hitchcock", de Sacha Gervasi (primera película suya que veo), y con Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlett Johansson, Danny Huston, Tony Colette, y Jessica Biel. Está basada en el libro de Stephen Rebello "Alfred Hitchcock and the making of «Psycho»".

Tras casi cuarenta años como director de cine, Alfred Hitchcock se encuentra en la cumbre de su carrera, aclamado tanto por la crítica como por el público. Acaba de estrenar "Con la muerte en los talones" ("North by northwest", 1959) y se dispone a encarar su siguiente proyecto, tomando la decisión de rodar "Psicosis" ("Psycho", 1960), en contra de la opinión de todo el mundo, incluida su esposa y mano derecha en todo ese período laboral, Alma Reville, pero que le dará todo su apoyo en la realización. La censura le pone continuas pegas, y ninguna productora querrá financiar la película, así que se hipotecan para poder llevarlo a término, cosa que logra a pesar de todos los inconvenientes del controvertido proyecto, que terminará siendo uno de los más rompedores e influyentes films de la historia del cine, toda una sensación mundial.

Muy buena película, algo convencional en su desarrollo, pero con algún ramalazo de la turbia, irónica y cínica mirada (y negro sentido del humor) de este orondo y magistral cineasta, el primero por el que sentí devoción (y son pocos los que se ganan mi reticente admiración por la mayoría de su obra) ya desde mi temprana juventud. Sobre el telón de fondo del complicado rodaje, que como reza el título del libro en que se basa el film se nos muestra el cómo se hizo, se centra en la particular y peculiar relación marital, con su otra Alma, con sus encuentros y desencuentros, de este hombre con el que era difícil convivir, y cuyas obsesiones y torturada mente (y alma) se proyectaban en sus geniales historias.

Una de las cosas que más me divirtió fue una frase, en inglés, que la vi en V.O.S., aunque ésta no la subtitularon, y que traducida vendría a decir, más o menos:

 - "Todos me llaman Hitch (que significa dificultad, obstáculo) porque les encanta comerse mi «cock»".

Para aquellos que sepáis de slang, pillaréis el pícaro doble sentido. Bueno, y ahora no me queda otra que seguir con la sabiduría ajena, por supuesto toda de este extraordinario hombre:

 - "Hasta que el marido no entiende absolutamente todas las palabras que su mujer no ha dicho, no estará realmente casado".  (Alfred Hitchcock).

 - "La televisión ha vuelto a traer el asesinato a las casas, es decir, donde pertenece".  (Alfred Hitchcock).

 - "La televisión ha hecho mucho por la psiquiatría: no sólo ha difundido su existencia, sino que ha contribuido a hacerla necesaria".  (Alfred Hitchcock).

 - "Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no se tienen sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario".  (Alfred Hitchcock).

 - "Hay más emoción, realismo, intriga, violencia e interés en una novela de amor que en la mayoría de las películas de suspense".  (Alfred Hitchcock).

 - "Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense".  (Alfred Hitchcock).

 - "La duración de una película debe ser proporcional a la resistencia de la vejiga humana".  (Alfred Hitchcock).

Frase última ésta que suscribo plenamente, que más de dos horas de película me parecen innecesarias, y un atentado a mi vejiga, pues lo que no pueda narrarse dentro de ese límite debería cortarse en el montaje (o en su defecto la «cock» del montador, productor o director).

Besos y abrazos,

Don.
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