viernes, 23 de septiembre de 2011

El ascenso de los matutinos

¡Buenos días!

Otro matutino más que asciende a los éteres cibernéticos, por donde se queda colgado ... de la inmensa belleza que le rodea. Esta misma mañana, Dios mediante, a eso de las 11:05, cuando pasemos por el punto equinoccial de otoño, este verano que no parece estar muy de capa caída, que todavía sigue haciendo bastante calor, en torno a los 30ºC de máxima, y del que ni se me ocurriría hacer leña cual si fuese un árbol caído, se nos despide para dejar que recibamos como caído del cielo al exultante otoño, en el que seguro nos encontraremos como Dios.

Antes de ayer, por la noche, estuve en el teatro viendo "La caída de los dioses", basada en el film de 1969 de Luchino Visconti, que no he visto, y cuyo título original era "La caduta degli dei". Está dirigida por Tomaž Pandur, e interpretada por Belén Rueda, Nur Levi, Manuel de Blas, Francisco Boira, Pablo Rivero, Fernando Cayo, Alberto Jiménez, Emilio Gaviria, Santi Martín, y Ramón Grau (éste actúa tocando espléndidamente el piano).

Nos narra el declive y descomposición de una familia aristocrática alemana, propietarios de una empresa siderúrgica, durante los dos primeros años del nazismo, 1933-34. Durante la cena del funeral del patriarca, la familia debate que postura deben adoptar ante el nuevo régimen nazi. Todo devendrá en una implacable lucha por el poder, donde insidias e impunes asesinatos campan a sus anchas.

Inspirada en el Macbeth de W.Shakespeare nos habla sobre la codicia, la venganza, la hipocresía y la inmoralidad de esta familia. No me entusiasmó, ni me desagradó, me dejó frío la mayor parte del tiempo. En la segunda parte mejoró algo, con algunos destellos de interés. Con diferencia, con mucha diferencia, pues me encantó, destacaría la interpretación musical en directo del pianista Ramón Grau, que puntea y remarca los momentos de tensión de la obra (que son muchos), pulsando con potencia las teclas de tonos más graves, rasgando las cuerdas del piano, o percutiéndolas directamente con las manos, de modo muy similar a como sucedía en la apoteosis de cuatro minutos del film alemán de 2006 "Cuatro minutos" ("Vier minuten").

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos evita venirnos demasiado arriba y consecuentemente descalabrarnos en cuanto nos descuidemos:

 - "Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos".  (Napoleón).

 - " Subiendo a las alturas los adelantas; pero cuanto más subas, más pequeño te verán los envidiosos. El que vuela más alto es el más odiado".  (Friedrich Nietzsche).

 - "La caída desde lo alto es mucho más peligrosa".  (Publio Siro).

 - "No sólo se ataca por hacer daño a alguno, por vencerle, sino a veces por el mero deseo de adquirir conciencia de la propia fuerza".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Una virtud hipertrofiada puede acarrear tantos males como un vicio hipertrofiado".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes".  (Molière).

 - "En tiempos de crisis, el miedo sustituye a la razón".  (Louis Philippe de Ségur).

 - "La sola idea de que una cosa cruel pueda ser útil es ya de por sí inmoral".  (Marco Tulio Cicerón).

 - "Avanzando estos tres pasos, llegarás más cerca de los dioses: habla con verdad, no te dejes dominar por la cólera, y da aunque no tengas más que muy poco que dar".  (Buda).

Besos y abrazos,

Don.
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