viernes, 17 de julio de 2009

Minusválidas cabalgaduras matutinas

¡Buenos días!

No veo cabalgar el auriga del carro de fuego por el horizonte ... bueno, a ratos sí, como cojeando, por entre los escasos resquicios nubosos. Matizada luminosidad, pues, tenemos hoy. Han vuelto a bajar mucho las temperaturas. Este mediodía raspábamos, sin rozarlos, los 20ºC. Eso sí, no hacía viento, apenas una suave brisa, y se estaba relativamente confortable.

Ayer por la tarde estuve viendo otro film de los del ciclo de verano en versión original. Se trató de "El caballo de dos piernas" ("Asbe du-pa"), de Samira Makhmalbaf. De esta directora había visto uno de los cortos que componían el largo "11 de septiembre (11'09''01)". También he visto una película de su padre, Mosen; y otra de su hermana menor, Hana (podéis ver los matutinos de los tres films pinchando aquí). Esta es una peculiar familia de cineastas, iraníes exiliados en Afganistán, en la que todos, padre, madre y hermanos colaboran en los films del resto haciendo de montadores, guionistas, y demás oficios del gremio. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen; todo queda en casa.

La que vi ayer fue la que menos me gustó de todas. En una mísera aldea varios chicos compiten por conseguir un peculiar trabajo: transportar a caballo a niño sin piernas (por la explosión de una mina, en la que murió la madre), hijo de un ricachón de la zona, a cambio de 1$ por día. También le baña, le cuida, creándose una relación de dependencia entre ellos en la que no cesan las humillaciones y vejaciones del rico al pobre. Es una especie de fábula, de alegoría sobre el límite de la tolerancia, del aguante del ser humano obligado por la necesidad. El caballo de dos piernas se convierte en un esclavo sin derechos, no más que un animal de cuatro patas. No me gustó, fundamentalmente porque me pareció excesiva en muchos momentos (en otros, los menos, sí que fue muy interesante), exagerando en lo sórdido y lo tremendista.

Ahora, cabalguemos a lomos de la muy válida sabiduría ajena:

- "El pensamiento es el corcel; la razón, el jinete". (George Sand).

- "El dinero no debe ser sino el más poderoso de nuestros esclavos". (Abel Bonnard).

- "A los animales, a los que hemos hecho nuestros esclavos, no nos gusta considerarlos nuestros iguales". (Charles Darwin).

- "Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación". (F. Dostoievski).

- "Ni el rey comería si el campesino no labrase". (refrán).

- "El cariño por los animales está tan estrechamente unido a la bondad del carácter que puede afirmarse con seguridad que todo aquel que sea cruel con los animales no puede ser un hombre bueno". (Arthur Schopenhauer).

Besos y abrazos,

Don.
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