lunes, 2 de junio de 2025

¡Mi madre, Dios!... y un matutino

¡Buenos días!

A pesar del refrescamiento, que lo hace más llevadero, sigue haciendo demasiado calor por los madriles para estas fechas, con los 33ºC previstos para hoy, soleada jornada con algunas nubes. Y ya no me sorprende la llegada de un nuevo matutino a mi vida que, tan amoroso como los anteriores, me acogerá en su seno, amamantará mis ganas de bienestar y tratará de hacer lo más paradisíaca posible mi estancia por estos lares, capacitándome de la mejor manera para que cuando nos separemos me las apañe lo mejor posible.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Érase una vez mi madre" ("Ma mère, Dieu et Sylvie Vartan", 2025), de Ken Scott, basada en la novela (2021) autobiográfica homónima (en francés) de Roland Perez, y con Leïla Bekhti, Jonathan Cohen, Joséphine Japy, Jeanne Balibar, Lionel Dray, y Sylvie Vartan. De este director canadiense había visto una de sus anteriores películas, "Starbuck" (2011).

París, 1963. Roland, el menor de los seis hermanos de una familia de sefardíes marroquíes emigrados a Francia, acaba de nacer, y lo hace con una malformación en uno de sus pies, con lo que según los médicos nunca podrá caminar como una persona normal, pero su perseverante madre se niega a aceptarlo, buscando una solución por doquier. Gracias a su inquebrantable fe hará todo lo posible para que su hijo no sea visto como un discapacitado y consiga ser feliz.

Película normalita (nota: 5) que, salvo momentos sueltos algo más resueltos, me pareció bastante convencional, no me dijo gran cosa ni me acabó de convencer. Sin embargo, es bonita, amable, agradable de ver, y amagó con emocionarme en momentos muy puntuales, sin llegar a lograrlo. Historia de una relación durante más de 50 años entre una madre y su hijo, dividida en dos claras partes, la primera durante la infancia del protagonista y de cómo su madre trata de liberarle de su discapacidad, y la segunda durante su juventud y madurez y de como él trata de liberarse del influjo de su sobreprotectora madre, de romper el cordón umbilical con ella, que se resiste, muy cariñosa, aunque controladora y metomentodo, e inasequible al desaliento, entregándose en cuerpo y alma por su familia. En definitiva, todo un homenaje a las madres.

Bueno, pues antes de que se me salga de madre este matutino, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena:

 - "Jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre".  (Honoré de Balzac).

 - "A una madre se la quiere
siempre con igual cariño
y a cualquier edad se es niño
cuando una madre se muere".  (José María Pemán).

 - "Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma".  (Marcel Proust).

Besos y abrazos,

Don.

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