lunes, 10 de marzo de 2025

Matutino mirando al tendido (vacío)

¡Buenos días!

La espesa nubosidad y pertinaces lluvias de estos últimos días, quizá demasiados seguidos, van a lo que van, casi embistiéndonos sin pedir permiso a nadie, ni haciéndolo de cara a la galería, así que hoy más de lo mismo y una máxima prevista por los madriles de 12ºC. Pues en estas aquí me encuentro un tanto empapado otra mañana más, solo ante el peligro, esperando recibir a este nuevo morlaco matutino a portagayola, que no sé cuan embravecido me vendrá, aunque al final no será para tanto, que a base de teclear se nos irán templando los ánimos a ambos, sin la más mínima necesidad de puyazo alguno, si acaso alguna puyita socarrona que nos podamos espetar.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una película documental, que arrastró mucha polémica desde su estreno en festivales, llegando incluso a ganar la Concha de Oro de San Sebastián el año pasado. Se trató de "Tardes de soledad" (2024), dirigida por Albert Serra. De este director había visto una de sus anteriores películas, la más reciente, la infumable "Pacifiction" (2022).

En este documental se siguen las rutinas y rituales, a lo largo de diversas corridas de toros, sea en los momentos previos o en los posteriores a la faena, y por supuesto durante la misma, tanto del matador de toros Andrés Roca Rey como de su cuadrilla, y del inocente animal, con una mirada en primerísimos planos sobre aspectos que normalmente no se ven, de modo hiperrealista, descarnado (y sangrante), que no prejuzga.

Película ni fu ni fa (nota: 4), que no me hizo bufar, pero tampoco me dijo gran cosa, cosas de su ausencia de hilo narrativo en su excesivo metraje, sustituido por dispersas estampas, cuando no estampitas, que incluyen diversas situaciones reiteradas hasta lo cansino, por aquí y por allá, repetitivas y aburridas, aunque de cuando en cuando había otras muy interesantes, especialmente en lo visual (y sonoro). La mires como la mires puede ser tanto antitaurina como protaurina, pues tanto detractores como partidarios encontrarán sus razones, y esto es lo que la hace buena... todo ello dando por sentado que a mí las corridas de toros me parecen abominables e impropias de estos tiempos. Un deplorable espectáculo, no precisamente por su hermoso animal implicado (a la fuerza). Las luchas de gladiadores o las quemas de herejes en la hoguera también fueron una tradición cultural y dejaron de hacerse... bueno, en su lugar quedaron, respectivamente, deportes como el boxeo y similares o el escarnio público (y anónimo) en redes, especie de hoguera de las vanidades, mucho menos cruentos que sus ancestros, aunque tampoco nada loables y perfectamente prescindibles (al menos por mi parte).

Pues antes de que me suene el tercer aviso tras tanta revolera, cambio de tercio y paso sin más a las citas de sabiduría ajena, hoy toda una sarta de estocadas a la tauromaquia que no sé si acabarán por pinchar en hueso o darle la puntilla:

 - "Toros y fiestas, malo para las bestias".  (Refrán).

 - "Llamar fiesta a un rito tan sangriento como una corrida de toros es lo contrario de llamar sacrificio al rito incruento de la misa".  (Antonio Gala).

 - "Los madrileños se acercan al circo a ver un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres".  (Mariano José de Larra).

 - "El arte de torear consiste en convertir en veinte minutos a un bello animal en una albóndiga sangrante ante un público alborozado".  (Manuel Vicent).

 - "La fiesta de los toros está montada en esencia sobre la tortura pública de un animal, y por muchos pases pintureros que el diestro pegue vestido de sota de espadas, nunca podrá ocultar la degradación que late bajo la supuesta belleza de una verónica".  (Manuel Vicent).

Besos y abrazos,

Don.

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