¡Buenos
días!
Con
absoluta normalidad aquí os dejo otro matutino más que os he conseguido sacar
de mis neuronalmente enredadas entendederas, y ahí os lo dejo, de gratis, sin esperar
favor de vuelta a cambio, por el puro placer de que lo disfrutéis si tal os
place. En estos últimos días de primavera de calendario, el verano parece que
quiere conseguir de nuevo imponer sus condiciones en la negociación para el
solsticial relevo estacional, y para hoy tendremos por los madriles 28ºC de
máxima prevista... y subiendo sin cesar para próximos días, hasta mediar la
treintena, ya rayanos en el sofocante verano.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Norman: El hombre que lo
conseguía todo" ("Norman: The moderate rise and tragic
fall of a New York fixer"), de Joseph Cedar, y con Richard Gere, Lior
Ashkenazi, Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, y Steve Buscemi.
Es el segundo largo que veo de los varios de este director israelí, tras su
anterior "Pie de página (Footnote)" ("Hearat
Shulayim", 2011).
Un
judío neoyorquino, casi sin oficio ni beneficio, que se gana la vida mediando a
comisión en negocios de poca monta (solo presentando a unos y otros y
prometiendo de todo sin tener seguro nada), pero siempre intentando ir a
mayores sin demasiado éxito, contacta con un político israelí en horas bajas,
que ha ido por allí a dar una conferencia, como primer eslabón para tratar de
conseguir un pelotazo. Tratando de embaucarle y casi por equivocación le regala
unos zapatos de gran lujo que el político anhelaba pero que no se podía
permitir, y que años después llega a ser primer ministro de Israel. Cuando
vuelve a la ciudad para dar un discurso sobre la paz palestino-israelí que
quiere conseguir, el buscavidas verá todas las puertas abiertas para que su
gran momento tenga lugar, iniciando gracias al político una red de contactos en
la que acabará por enredarse por venirle demasiado grande.
Peculiar
tragicomedia con desvaídos toques de intriga política que, a pesar de algunos
muy buenos e interesantes momentos, no me acabó de convencer del todo (nota:
5). Tal vez, con otro enfoque, las muy interesantes reflexiones que
destila esta historia, hubiera quedado una excelente película. A través de este
espabilado pícaro, todo un liante arribista un tanto desgraciado (y al final de
buen corazón, no así el resto) que se dedica a crear cadenas de favores entre
familiares, amigos (verdaderos y presuntos), grandes financieros y políticos de
diverso pelaje y condición mediante torpes tejemanejes, se quiere poner en
solfa las corruptelas y grandes corrupciones políticas, financieras y empresariales
y sus interrelaciones.
Ahora,
ahí os dejo como favor personal unas citas de sabiduría ajena que he conseguido
trapicheando por aquí y por allí:
- "Para conseguir la más pequeña fortuna,
vale más decir cuatro palabras a la querida de un rey que escribir cien
volúmenes". (Voltaire).
- "Cuando conseguimos nuestro objetivo
creemos que el camino fue bueno".
(Paul Valéry).
- "¿Queréis libraros de algunos e
inoportunos que os llaman amigo? Pedidles un favor que no satisfaga su
vanidad". (Niccolo Tommaseo)
- "Casi todo el mundo paga gustoso los
favores pequeños; muchos agradecen los medianos; pero es raro que no se
corresponda a los grandes favores con la ingratitud". (François de la Rochefoucauld).
- "Nadie apunta en su agenda los favores recibidos". (Séneca).
- "Procura hacerte digno de todos los
favores, pero no aceptes ninguno".
(E. W. Stevens).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario