martes, 18 de febrero de 2014

Alabados sean estos matutinos que ni pierden los nervios ni se rompen

¡Buenos días!

A estos matutinos, que tengo y me tienen en la gloria, a los que amo profundamente, no les veo la más leve fisura, y todo se lo toman con serena entereza, haciendo que me contagie de su talante. Tras los solecitos del domingo y de ayer lunes, volvemos a la gris nubosidad que vuelve a recomponerse de sus rotos de hace poco, pero parece que mañana volverá a lucir el sol, deshaciéndose las nubes hasta que vuelvan a reunirse cuando ellas lo estimen.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo la candidata por Bélgica a la mejor película de habla no inglesa de los Óscar de este año. Se trató de "Alabama Monroe" ("The broken circle breakdown"), de Félix van Groeningen, y con Veerle Baetens, y Johan Heldenbergh -autor también de la obra teatral en que está basada la película-. Es el primer largo que veo de este director.

Mediante algunos flash-backs y flash-forwards se nos narra la historia de amor de una joven pareja, ella tatuadora, y él músico de una banda que toca country, estilo bluegrass, en diversos clubs belgas. Flechazo a primera vista y a pesar de sus diferencias viven su romance, embarazo inesperado, y nace una niña. Cuando cumple 6 años cae enferma de cáncer, se vuelcan en su cuidado, y las tensiones lógicas por la situación amenazan con romper su unión, pues cada uno reacciona distinto, él buscando justificación con teorías científicas, ella con espiritualismo religioso.

Una muy, pero que muy buena película, que al principio no acababa de engancharme debido a su dureza, tanto emocional como en otras de las facetas de las que trata, pero que hacia el final terminó por encandilarme. Os la recomiendo con la advertencia de que no es grata de ver en ciertos pasajes (cada uno tendrá los suyos).

Todo un drama esta preciosa y triste historia de amor, de esos a ras de suelo, tan terrenal que no se eleva más allá del nivel del césped, pero lo suficiente como para tocar el cielo azul (cuestión de perspectiva), cuando no está plomizo de lluvias; y de una pasión sin límites, hasta la muerte, e incluso más allá. Pero es que además de eso, envolviendo o siendo envuelta en capas concéntricas, se nos habla de superar el duelo, de las diversas formas de encararlo, de la culpa, de conflictos entre razón y religión, de ... Además, está toda trufada de ese precioso estilo musical del bluegrass, a base de canciones cuyas letras tienen mucho que decir en esta historia cada vez que se cantan.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos aporte entereza para enfrentarnos a los más diversos avatares vitales:

 - "A vivir hay que estar aprendiendo toda la vida, en cambio, lo que quizá te sorprenda más, es que toda la vida hay que estar aprendiendo a morir".  (Séneca).

 - "No hay ni pasado ni futuro, tan sólo una serie de presentes sucesivos, un camino perpetuamente destruido y continuado, por el que avanzamos todos".  (Marguerite Yourcenar).

 - "Se ha de recordar que lo futuro ni es nuestro, ni tampoco deja de serlo; de modo que ni lo esperemos como que ha de venir infaliblemente, ni menos desesperemos de ello como que no ha de venir nunca".  (Epicuro).

 - "El camino misterioso va hacia el interior. Es en nosotros y no en otra parte, donde se halla la eternidad de los mundos, el pasado y el futuro".  (Novalis).

Besos y abrazos,

Don.
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