¡Buenos días!
A estos matutinos, que tengo
y me tienen en la gloria, a los que amo profundamente, no les veo la más leve
fisura, y todo se lo toman con serena entereza, haciendo que me contagie de su
talante. Tras los solecitos del domingo y de ayer lunes, volvemos a la gris
nubosidad que vuelve a recomponerse de sus rotos de hace poco, pero parece que
mañana volverá a lucir el sol, deshaciéndose las nubes hasta que vuelvan a
reunirse cuando ellas lo estimen.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo la candidata por Bélgica a la mejor película de habla no inglesa
de los Óscar de este año. Se trató de "Alabama Monroe"
("The broken circle breakdown"), de Félix van Groeningen, y con
Veerle Baetens, y Johan Heldenbergh -autor también de la obra teatral en que
está basada la película-. Es el primer largo que veo de este director.
Mediante algunos flash-backs
y flash-forwards se nos narra la historia de amor de una joven pareja, ella
tatuadora, y él músico de una banda que toca country, estilo bluegrass, en
diversos clubs belgas. Flechazo a primera vista y a pesar de sus diferencias
viven su romance, embarazo inesperado, y nace una niña. Cuando cumple 6 años
cae enferma de cáncer, se vuelcan en su cuidado, y las tensiones lógicas por la
situación amenazan con romper su unión, pues cada uno reacciona distinto, él
buscando justificación con teorías científicas, ella con espiritualismo
religioso.
Una muy, pero que muy buena
película, que al principio no acababa de engancharme debido a su dureza, tanto
emocional como en otras de las facetas de las que trata, pero que hacia el
final terminó por encandilarme. Os la recomiendo con la advertencia de que no
es grata de ver en ciertos pasajes (cada uno tendrá los suyos).
Todo un drama esta preciosa
y triste historia de amor, de esos a ras de suelo, tan terrenal que no se eleva
más allá del nivel del césped, pero lo suficiente como para tocar el cielo azul
(cuestión de perspectiva), cuando no está plomizo de lluvias; y de una pasión
sin límites, hasta la muerte, e incluso más allá. Pero es que además de eso,
envolviendo o siendo envuelta en capas concéntricas, se nos habla de superar el
duelo, de las diversas formas de encararlo, de la culpa, de conflictos entre
razón y religión, de ... Además, está toda trufada de ese precioso estilo
musical del bluegrass, a base de canciones cuyas letras tienen mucho que decir
en esta historia cada vez que se cantan.
Ahora algo de sabiduría
ajena que nos aporte entereza para enfrentarnos a los más diversos avatares
vitales:
- "A vivir hay que estar aprendiendo toda
la vida, en cambio, lo que quizá te sorprenda más, es que toda la vida hay que
estar aprendiendo a morir".
(Séneca).
- "No hay ni pasado ni futuro, tan sólo
una serie de presentes sucesivos, un camino perpetuamente destruido y
continuado, por el que avanzamos todos".
(Marguerite Yourcenar).
- "Se ha de recordar que lo futuro ni es
nuestro, ni tampoco deja de serlo; de modo que ni lo esperemos como que ha de
venir infaliblemente, ni menos desesperemos de ello como que no ha de venir
nunca". (Epicuro).
- "El camino misterioso va hacia el
interior. Es en nosotros y no en otra parte, donde se halla la eternidad de los
mundos, el pasado y el futuro".
(Novalis).
Besos y abrazos,
Don.
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