martes, 31 de julio de 2012

Matutino sobre tierra firme

¡Buenos días!

En la etérea solidez de estos matutinos asiento yo mis reales, desde donde navego (y vuelo), guiado por este cuaderno de bitácora mañanero, hacia mares interiores, cuando no me sumerjo por los diáfanos derredores que me circundan, escrutando todo lo que mis curiosos ojos pueden ver, jamás desdeñando nada, por extraño que pueda parecer. Por lo demás, como cada verano, seguimos invadidos por los meridionales calores, muy sonrojantes, rayanos en los 40ºC, que nos llegan volando desde allende nuestras fronteras, que no las hay en el clima, ni en la naturaleza, tan solo en nuestras cuadriculadas mentes.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Terraferma", de Emanuele Crialese, y con Filippo Pucillo, Donatella Finocchiaro, Mimmo Cuticchio y Giuseppe Fiorello. Es el cuarto largo de este director, de quien había visto su segundo, "Respiro", del año 2002, y cuyo matutino podéis ver más abajo.

En una pequeña isla cerca de la de Sicilia, vive un joven, recién abandonada la adolescencia, con su madre viuda, y con su abuelo, que todavía malvive de la cada vez más exigua pesca y que se resiste a los cantos de sirena de la nueva actividad que salvará al pueblo, el turismo, al que ya se dedica su tío. Su madre, que ya no ve futuro en la isla, decide alquilar la casa familiar durante los dos meses de verano a los turistas, y terminada la estación vender la casa y el barco del marido fallecido en alta mar para ir a buscarse la vida al continente. El joven, que ayuda tanto al tío como al abuelo en sus respectivas actividades, un día que sale a pescar con éste, se encuentra una patera llena de inmigrantes y al borde del naufragio. El abuelo, en contra de las nuevas leyes italianas que le impiden acercarse a los inmigrantes ilegales, y siguiendo las ancestrales leyes del mar que obligan a auxiliar a los naúfragos, se acerca a ayudar.

Una muy buena película, con aires de neorrealismo italiano, que retrata una forma de vida tradicional mediterránea que tiende a extinguirse, y que denuncia el trato dispensado a los inmigrantes ilegales. Hermosas imágenes, algunas de cómico e hiriente contraste (y similitud) entre turistas e inmigrantes ilegales, espejo que nos devuelve algo de mala conciencia social a los del primer mundo.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a pisar con firmeza el suelo que nos sustenta ... y a dejar volar a su albedrío, sin ataduras convencionales, a nuestras mentes:

 - "La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre".  (Santa Teresa de Jesús).

 - "Más vale fortuna en tierra que bonanza por la mar".  (refrán).

 - "Cuando la mar está gruesa y los vientos mueven las aguas, es agradable contemplar desde tierra el peligro ajeno".  (Lucrecio).

 - "La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado".  (Ovidio).

 - "La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad".  (Goethe).

 - "Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa".  (Montesquieu).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino de aire fresco
(Miércoles, 10 de septiembre de 2003)

¡Buenos días!

Luminosísimo día ... y un aire muy, pero que muy fresco estamos teniendo estos últimos días, que o bien desatranca narices o bien nos las congestiona si pillamos un resfriadillo. Extraña y ambigua sensación el ver las luminosísimas rosas, incluidas las féminas humanas, de la Avenida del Arlanzón a través de mi ventanal y salir fuera a intentar olerlas, cogerlas, y helarme de frío (10ºC esta mañana).

Y a tono con estos soplos de aire helador, ayer vi en el cine un soplo de aire fresco, éste desde el punto de vista artístico. La película en cuestión fue "Respiro", de Emanuele Crialese, y con Valeria Golino, que ganó el premio del público y el de la crítica (rara combinación, pues ambos puntos de vista coinciden pocas veces) en el festival de Cannes de 2002.

Buenísima película, muy hermosa muchas veces, con una luminosísima fotografía, que nos cuenta la historia de una mujer en un pueblo de pescadores italiano, donde se lleva una vida un tanto bucólica. Nos muestra el vitalismo de los pueblos mediterráneos. Ella está un tanto desquiciada, y creí ver en ese personaje una metáfora de que es necesario un puntito de locura para el bien vivir, que los altibajos emocionales son soplos de aire fresco en la calma chicha de nuestras vidas rutinarias.

Hubo momentos que me recordaron fragmentos de mi propia infancia y adolescencia. No en vano, las costumbres italianas y españolas son muy similares.

Unas frases de sabiduría ajena, de esas que insuflan a nuestras mentes pequeñas ráfagas de frescor vital:

 - "Una casa para mí no es donde se vive, por muy bien que se viva. Es donde se ha vivido, donde todo nos recuerda algo, donde todavía nos parece contemplar a los que allí vivieron antes que nosotros y eran nuestros también".  (Jacinto Benavente).

 - "Sea rey o aldeano, quien encuentra la paz en su hogar es, de todos los hombres, el más feliz".  (Goethe).

 - "En cualquier ser veo al hombre, al Dios, al gusano, al loco, al humano eternamente parecido a mí".  (Goethe).

 - "Educad a los hijos y no será necesario castigar a los hombres".  (Pitágoras).

 - "Una infancia dichosa es uno de los mejores dones que los padres pueden otorgar".  (Mary Cholmondeley).

 - "La contradicción es la sal del pensamiento".  (O. Gerard).

Besos y abrazos,

Don.
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