lunes, 16 de julio de 2012

Los aparentes nombres de los matutinos

¡Buenos días!

Da igual como se llamen, si con su nombre canónico, o vespertinos o nocturninos, lo que va en función del momento en que se editan, pero siempre serán los mismos, y tan distintos y peculiares a la vez. Jamás os fieis tan solo del envoltorio, que a veces lo que hay dentro no es lo que parece, solo hay que rascar un poquito. En cuanto al clima de estos días, da igual, también, como lo llaméis, verano o estío, que hará más o menos calor, pero en el que siempre granaran los frutos de lo sembrado y cultivado.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una muy divertida película que os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver, "Los nombres del amor" ("Le nom des gens"), de Michel Leclerc, y con Sara Forestier (hermosa mujer, que el año pasado ganó el César a la mejor actriz por esta película) y Jacques Gamblin. Es el segundo largo de este director y primero suyo que veo.

Una joven espontánea, alocada, desinhibida, y un cuarentón formal, cuadriculado, retraído, se conocen casualmente. Ambos ocultan secretos de su infancia y orígenes, respectivamente, bajo una apariencia totalmente distinta (ella tiene ancestros árabes, y él judíos). Ella, muy liberal y de izquierdas, y que se dedica a hacer el amor y no la guerra con sus adversarios políticos, a los que convierte a sus ideales en el momento del orgasmo, se lanza a por él convencida de que es un tipo muy de derechas y un gran reto para ella. Sin embargo, bastantes veces, los nombres y aspecto (de personas y cosas) son traicioneros y no son lo que aparentan. Son absolutamente antagónicos, pero una chispa salta entre ambos.

Este espléndido, inteligente y original film que me hizo reir mucho y a conciencia, tal y como indica su título, el original francés, "El nombre de la gente", hace referencia a los prejuicios que nos forjamos sobre como será una persona en función de su nombre (o de cualquier otra aparente característica suya), es toda una oda al mestizaje que nos habla de racismo, identidad, política; y también de amor, de como ayuda a superar ciertos traumas personales, y de como te hace comprender que hay que aceptar al otro tal cual es, sin tratar de cambiarlo ... si es que le quieres ...

Ahora algo de sabiduría ajena que, con algo de experiencia añadida, seguro nos ayuda a ver más allá de lo aparente:

 - "Toda la armonía total de este mundo está formada de discordancias".  (Séneca).

 - "Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia".  (Georg Ch. Lichtenberg).

 - "La juventud no debe sólo asimilar los frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones".  (Stanislavski).

 - "La virtud es el primer título de nobleza; yo no me fijo en el nombre de una persona, sino en sus actos".  (Molière).

 - "El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma".  (Víctor Hugo).

 - "El furor de la intolerancia es el más loco y peligroso de los vicios, porque se disfraza con la apariencia de la virtud".  (Robert Southey).

 - "Es tan dulce ser amado, que nos contentamos incluso con la apariencia".  (C. Alfred d'Houdetot).

Besos y abrazos,

Don.
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