lunes, 6 de junio de 2011

Matutinos nuestros que estáis ¿en el desarraigo o por las ramas?

¡Buenos días!

Estos matutinos, que nacieron a la vera del Arlanzón, tuvieron necesariamente que desarraigarse y volverse a plantar en otros lares, aunque ya perfectísimamente aclimatados en su nuevo entorno, porque el natural curso de la vida jamás se detiene, que nada permanece y todo fluye, que diría Heráclito. Así, este revoltoso clima primaveral no cesa de cambiar sin contemplaciones de serenos y plácidos días de paradisíacas temperaturas a otros, como éste que está aún por disfrutar en su mayoría, en el que las borrascosas tormentas camparán a sus anchas (tenemos alerta amarilla para hoy).

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El árbol" ("The tree"), de Julie Bertuccelli, y con Charlottte Gainsbourg, Morgana Davies (encantadora niña que encarna perfectamente el bastante maduro, para su edad, personaje), y Marton Csokas. Está basada en una novela de Judy Pascoe, "Our father who art in the tree" ("Padre nuestro que estás en el árbol").

Tras la inesperada muerte de su marido una mujer debe enfrentarse al dolor de la pérdida y tratar de cuidar a sus cuatro hijos, a los que tiene bastante desatendidos tras el shock inicial. La hija de 8 años parece ser la más afectada por la ausencia del padre, refugiándose en la fantasía de que su padre le sigue hablando a través del hermoso e imponente árbol plantado al lado de su casa, y que amenaza con destruirla. La madre pronto recupera la ilusión por la vida y continuar adelante, pero la hija se resiste.

Una estupenda y bella película, con varias lecturas, en la que el árbol es una metáfora de la misma vida, sobre como superar la desolación por la muerte de alguien muy querido, sobre el debate interior entre la necesidad de seguir viviendo y el desgarro emocional que nos paraliza y del que parece difícil salir. Pero la vida, como la misma naturaleza de todas las cosas, siempre se impone, agitándonos y haciéndonos reaccionar.

Ahora, dejo ya de andarme por las ramas y me pongo a sembrar algo de sabiduría ajena que seguro germinará y nos ayudará en nuestro natural fluir vital:

 - "En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces".  (Jacinto Benavente).

 - "La experiencia suele decirnos que quien se sube a la parra raramente se cae del guindo".  (Andrés Trapiello).

 - "Así como el árbol se fertiliza con sus hojas secas que caen, y crece por sus propios medios, el hombre se engrandece con todas sus esperanzas destruidas y con todos sus cariños deshechos".  (F. William Robertson).

 - "El amor semeja un árbol: se inclina por su propio peso, arraiga profundamente en todo nuestro ser y a veces sigue verdeciendo en las ruinas de un corazón".  (Víctor Hugo).

 - "No hay árbol recio ni consistente sino aquel que el viento azota con frecuencia".  (Séneca).

 - "La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace pensar en la vida".  (André Malraux).

Besos y abrazos,

Don.
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