miércoles, 1 de octubre de 2008

Matutino en pijama

¡Buenos días!

A pesar del radiante sol y las agradables temperaturas de hoy (se nos marchó el incordiante viento) sigo como legañoso y adormilado, con sensación de seguir durmiendo y soñando, como en un mundo al revés, en el que se vive la realidad cual buhos a la luz de la luna de Morfeo; y se sueñan los anhelos cotidianos mientras las alondras cantan. Vamos, que vivo en pijama por las noches y sueño que lo llevo de día.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El niño con el pijama a rayas" ("The boy in the striped pyjamas"), de Mark Herman, con Asa Butterfield, Jack Scanlon, Vera Farmiga, David Thewlis; y basada en el best-seller homónimo de John Boyne, novela que no he leído. Visto el argumento no esperaba gran cosa porque me recordaba a la melosa (especialmente hacia el final) "La vida es bella" de Roberto Begnini, una ternurista historia con niño. Pero conforme la iba viendo me fui dando cuenta de que no era así.

Nos cuenta la historia de un niño, desde su ingenuo e inconsciente punto de vista, hijo de un alto mando nazi al cargo de un campo de concentración, que entabla amistad con uno de los niños judios del campo. Con cierto toque poético vamos viendo como va despertando, como va tomando conciencia de lo que realmente pasa, hasta el dramático final. Me sorprendió y me gustó el tratamiento de la historia. Muy buena película.

Ahora, para que despertemos nuestras conciencias a la vida, nada como un poquito de sabiduría ajena, comenzando por una, ya puesta varias veces antes en los matutinos, que encaja como un guante de seda:

- "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Enseguida vinieron a por los judios y no dije nada porque yo no era judio. Después vinieron a por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron a por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí, pero ya era tarde, pues ya no quedaba nadie que dijera nada". (Martin Niemöller).

- "Una mentira puede correr seis veces por el mundo antes de que la verdad haya tenido tiempo para ponerse los pantalones". (Mark Twain).

- "El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad". (Albert Einstein).

Besos y abrazos,

Don.
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