lunes, 13 de agosto de 2012

Cálido bullicio matutino

¡Buenos días!

Con respecto al tórrido fin de semana pasado, en el que pasamos con creces de los 40ºC durante tres días seguidos, parece que ha refrescado, pero el verano sigue bullendo a fuego más lento, como nosotros mismos, rondando hoy los 35ºC de máxima, no tan caluroso, pero sí más cálido.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Silencio de hielo" ("Das letzte schweigen"), de Baran Bo Odar, y con Ulrich Thomsen, Wotan Wilke Möhring, Katrin Sass, Burghart Klaussner, y Sebastian Blomberg. Este segundo largo, y primero que veo de este director, está basado en la novela homónima de Jan Costin Wagner.

Un día de verano aparece una bicicleta en trigal a punto de cosecha, y la niña que la llevaba ha desaparecido. El mismo día de hace veintitrés años otra niña en bicicleta apareció violada y asesinada en el mismo sitio. ¿Es casualidad, le ha ocurrido lo mismo a ambas? ... Un policía jubilado, el que se encargó de la anterior investigación y fue incapaz de localizar al asesino, cree que hay conexión entre ambos casos. Con la ayuda de un compañero recién regresado al servicio, todavía muy afectado por una reciente pérdida, pero de clarividente visión de los hechos, unirá esfuerzos para tratar de encontrar al asesino.

Una estupenda película sobre los diversos modos en como se enfrentan tanto a la culpa los criminales, como al trauma por la pérdida los familiares de los fallecidos. El final es inquietante, por lo corriente y frecuente de su desenlace en la realidad, totalmente incrustado en los mecanismos de defensa y supervivencia de nuestras mentes, de la tranquilidad de nuestras conciencias, a saber, que en general prefieren contentarse con un falso culpable (o al menos con un menos culpable) que mitiga el duelo, que seguir buscando, y sufriendo con ello, al auténtico culpable.

Por ese inquietante final, y por otros detalles, me recordó mucho a otro estupendo film, coreano del año 2003, "Memories of murder (Crónica de un asesino en serie)" ("Salinui chueok"), de Bong Joon-Ho, cuyo matutino podéis ver más abajo, y que también dejaba profundas reflexiones, y al asesino siguiendo con su vida normal, perfectamente (al menos en apariencia) integrado en nuestra sociedad.

Ahora algo de sabiduría ajena que permita a nuestras mentes seguir bullendo ordenadamente:

 - "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos".  (Martin Luther King).

 - "Para que triunfe el mal sólo es necesario que los buenos no hagan nada".  (Edmund Burke).

 - "El que se arrepiente de haber pecado es casi inocente".  (Séneca).

 - "Aunque estés solo, no debes decir ni hacer nada malo. Aprende a avergonzarte más ante ti que ante los demás".  (Demócrito de Abdera).

 - "La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio".  (Cicerón).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutinos criminales en serie
(Miércoles, 9 de junio de 2004)

¡Buenos días!

Pues sí, en serie, más o menos irregular, pero en serie; como el clima, que también parece querer asesinarnos de uno u otro modo: ora con abochornamiento; ora a sustos a base de rayos, truenos y centellas; ora más directamente, ahogándonos con torrenciales chubascos, cuando no lapidándonos a base de gélidos granizos.

Con lo que ante estas amenazas climáticas bastante criminales, no queda otra que refugiarse en una sala de cine, a la espera de que esa anhelada bonanza climática de fines de primavera enlace ya con el verano que se nos echa encima con sus todavía más sofocantes abrazos.

La película en cuestión que vi ayer tarde, fue la surcoreana "Memories of murder (Crónica de un asesino en serie)", de Bong Joon-Ho, y con ... actores de similar nombre ... Esta película obtuvo el premio al mejor director (Concha de Plata) en el pasado Festival de San Sebastián.

Muy, pero que muy buena película, un thriller basado en unos hechos que ocurrieron realmente en una zona rural de Corea del Sur a mediados de los 80, durante la dictadura militar. Empieza siendo una especie de comedia negra, y acaba en un duro y sórdido drama. Nos muestra que los tópicos del cine yanki sobre policías no son creíbles (obviamente), pues la realidad no se parece al cine (al menos en estos temas). Atención a la frase que dice una niña al final del film, y que da mucho que pensar, como también me sucedió durante buena parte de la película.

Además, como también pasa en la magnífica "L.A. Confidential", de Curtis Hanson, nos muestra como el comportamiento del asesino (que nunca sabemos quien es, como así sucedió en la realidad) va modificando a los policías que investigan el caso.

Pues en la sección de sabiduría ajena de hoy comienzo con una frase sobre la tenue y sutil diferencia entre realidad y ficción (aunque a veces no tanto):

 - "Alguien me preguntó que por qué leía novelas, si eran de mentira; y le contesté que para descubrir la realidad".  (Francisco Nieva).

 - "La libertad es el derecho de hacer todo lo que permiten las leyes. Todo ser humano es libre si su libertad no atenta contra la de los demás".  (Montesquieu).

 - "No hay más que un modo de dar una vez en el clavo, y es dar ciento en la herradura".  (Miguel de Unamuno).

 - "Si solo tienes un martillo, todo te parecerá un clavo".  (Una de las leyes de Murphy).

 - "Que cansado moverse siempre en la sombra o, más difícil, en la penumbra nunca uniforme ni igual a sí misma. Con cada persona son unas zonas las iluminadas y otras las tenebrosas, y van variando según su conocimiento y los días".  (Javier Marías).

Perfecta definición esta última de lo que les va aconteciendo a los policías de la película.

Besos y abrazos,

Don.
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