jueves, 16 de febrero de 2012

Declaración de entereza matutina

¡Buenos días!

Como cada mañana, declaro con estos matutinos que seguiré contra viento y marea difrutando de vivir dentro de ellos (y fuera también) y que ellos vivan dentro de mí, con independencia del clima exterior, que el interior sigue con serena firmeza navegando procelosas tempestades y aplatanadas calmas chichas, da igual lo que se encuentre, manteniendo siempre su exultante y marinera derrota vital, nada derrotista. Por cierto, en el clima meteorológico sigue avanzando posiciones la bondad invernal, frente a los desabridos ataques gélidos de días pasados, que ya se van atrincherando por las cumbres.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que desde ya os recomiendo encarecidamente, muy encarecidamente que vayáis a ver, que me fascinó y conmovió. Se trató de "Declaración de guerra" ("La guerre est déclarée"), de Valérie Donzelli, y con ella misma y Jérémie Elkaïm. Además de pareja en la vida real que vivió una situación parecida, ambos son los guionistas ... y me pareció ver en los créditos finales que ella también era la peluquera y estilista ... !!! ...

Una pareja de jóvenes se enamora de flechazo, reafirmado cuando al presentarse descubren que se llaman Romeo y Julieta. Viven su historia de amor y, como a sus famosos tocayos veroneses, les espera un trágico destino, aunque muy distinto: tienen un hijo y a los dos años le detectan un muy agresivo y casi incurable cáncer cerebral, el mismo día que comienza la guerra de Irak. Para ellos también comienza la lucha contra la enfermedad, que tratará de minar los sólidos pilares de su relación.

Sobresaliente película, recomendabilísima, sobre una pareja, y su grandísimo amor (entre ellos y por su niño), y su lucha contra la enfermedad, con absoluta, sabia y serena entereza; con algunos momentos, bastantes, realmente magistrales, como la escena en la que ella comunica al marido y al resto de la familia la terrible noticia, seguida de la del dueto en play-back de los protagonistas (perfecto y sorprendente contrapunto a la anterior).

Una película con un enfoque, con una mirada, con un punto de vista sobre el tema absolutamente original para mí. Genial. El 99'9% de los directores o guionistas habrían conseguido (de hecho ya ha pasado infinitud de veces) con los mismos mimbres, en mayor o menor grado, un producto afectado, sensiblero, lacrimógeno; pero esta película, en las antípodas de la emoción fácil, está plena de emotividad, en pluscuamperfecto equilibrio. Es todo un exultante canto a la vida. No os la perdáis.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a afrontar con entereza las vicisitudes, comenzando por un breve diálogo del film, que lo dice todo:

 - "-¿Por qué tiene que caer enfermo? -Porque somos capaces de superarlo".  (Jérémie Elkaïm y Valérie Donzelli).

 - "Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno".  (Ernesto Sábato).

 - "Se tienen que aceptar las cosas tal como vienen y, dando lo mejor de cada uno, cumplir con valentía las tareas".  (Eleanor Roosvelt).

 - "Ante cualquier desdicha que nos aflige, siempre nos admiramos al sentir menos de lo que a nuestro parecer debiéramos haber sentido".  (Jacinto Benavente).

 - "No te inclines ante la adversidad; más bien oponte audazmente a ella, tanto cuanto tu suerte te lo permita".  (Virgilio).

 - "La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la victoria misma".  (Mahatma Gandhi).

 - "En la lucha, las horas de hastío y de angustia pasan rápidas, inadvertidas".  (Máximo Gorki).

 - "Vivir, sufrir y morir; tres cosas que no se enseñan en nuestras universidades y que sin embargo encierran toda la sabiduría necesaria para el hombre".  (Paul Augez).

 - "Se diría que la felicidad y la desgracia se purifican antes de llamar a la puerta de un sabio, y que se avergüenzan de entrar en un alma mediocre".  (Maurice Maeterlinck).

 - "Esta vida es una lucha permanente, y la filosofía es el único emplasto que podemos aplicar a las heridas que de todas partes recibimos".  (Voltaire).

 - "¿Qué herida sanó jamás en un instante? La paciencia comienza con lágrimas y, al fin, sonríe".  (Ramón Llull).

Besos y abrazos,

Don.
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