lunes, 10 de enero de 2011

Prometedor augurio matutino

¡Buenos días!

Parece que esta mañana las pertinaces lluvias de días pasados han tocado a su fin ... de momento. Parecen prometer los augures de la meteorología que de aquí en adelante dejará de llover y hará sol, pero ¡oh, cielos!, eso implica necesariamente que se evaporen estas dulces temperaturas de las que disfrutábamos ... no hay mal que por bien no venga, que dice el refrán.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Prometeo", recreación de Heiner Müller a partir del clásico de Esquilo "Prometeo encadenado", dirigida por Carme Portaceli, e interpretada por Carme Elías, Gabriela Flores, y David Bagés.

Un Zeus tiránico acaba de llegar al poder tras vencer en la lucha entre dioses y titanes. Pretende convertir a los humanos en otra especie más de animal, pero el titán Prometeo, quien tenía el poder de vaticinar sucesos futuros, roba el fuego para entregárselo, junto con el conocimiento, a los humanos. Se rebeló contra el poder para convertir a los hombres en seres conscientes y libres. Por eso es castigado por Zeus a tormento eterno, siendo encadenado a una montaña para que un águila le coma el hígado cada día. Este mito clásico suena a las penurias de Jesucristo, lo que hace sospechar que el mito cristiano es un recreado remedo del griego clásico.

Este vanguardista montaje sobre el mito de Prometeo (que significa previsión) nos habla, entre otras cosas, de la lucha por el poder y de como las altas decisiones afectan colateralmente a los pobres de abajo, sin que estos sepan muy bien por donde les cae. Muy buena obra, a pesar de algún desbarre mental, como el monólogo de un obrero. A destacar los monólogos que prologaban y epilogaban la obra, especialmente el del principio, básicamente por el carisma que le pusieron sus actores.

Ahora toca cumplir con la promesa matutina de la sabiduría ajena:

- "El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma". (Arthur Miller).

- "No tejáis a nadie una corona de laurel demasiado grande, o le caerá en torno del cuello como un cepo". (Friedrich Hebbel).

- "Los grilletes de oro son mucho peor que los de hierro". (Mahatma Gandhi).

- "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos". (William Shakespeare).

- "El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide". (Amiel).

- "No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo". (Benjamín Franklin).

- "Ni aún permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino". (Esquilo).

Besos y abrazos,

Don.
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