miércoles, 12 de agosto de 2009

Celestial bienestar matutino

¡Buenos días!

Delicioso día de verano, suave, de temperaturas máximas que rozarán, sin tocarlos, los 30ºC, paradisíaco, sin una nube que mitigue la arrobadora luz que nos da vida, aunque nos pone difícil el flotar sobre ellas; pero no importa, que casi toco el cielo con las manos. Así, es más fácil poner por las nubes a esta ribera y a su fauna de hadas y ninfas, quienes casi siempre me vienen como llovidas del cielo, especialmente en estos soleadísimos días de verano-primavera, para hacerme sentir como en la efervescente adolescencia.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otro de los films del ciclo de verano en versión original. Se trató de la película alemana, estrenada comercialmente el pasado mes de marzo, "En el séptimo cielo" ("Wolke 9"), de Andreas Dressen, y con Ursula Werner, Horst Rehberg, y Horst Westphal. Una mujer de sesenta y tantos años, casada en segundas nupcias desde hace 30, y que quiere a su marido, se siente fuertemente atraída por otro de setenta y tantos. El deseo sexual bulle en su interior, se vuelve a sentir joven. No buscaba esta situación; nadie, ni ella misma, hubiera imaginado que esto pudiera pasarle, pero el caso es que le está pasando.

Una historia de sexo, pasión y amor, como si todos los protagonistas fueran jóvenes, con seniles orgasmos (y también gatillazos) y en el que la edad no importa para disfrutar aquí y ahora del séptimo cielo. Un triángulo amoroso en el que ella ama a ambos, pero se siente en la obligación de elegir. Una película minimalista, lacónica, especialmente al principio, en la que casi sobran las palabras (la película flojea en los momentos en los que abundan los diálogos, normalmente dolorosas broncas). Una muy buena película, inusual por el tema que trata, las relaciones amoroso-sexuales entre matusalenes, sin tapujos, sin cándidas meloserías, muy lejos de cualquier cliché propio de las películas sobre ancianos.

Bueno, como prólogo de la sección de sabiduría ajena, ahí va un muy divertido chiste que se cuenta dos veces en el film:

- "¿Cómo follan los octogenarios? ... Pues ella hace el pino y él se la mete desde arriba ...". (chiste).

Si no le pilláis la gracia (a mí me costó un ratito), no tenéis más que preguntar al maestro armero ... (cosas de la jocosa gravedad y la senil flacidez).

Bueno, ahora sí, que ya clama al cielo la tardanza, pasemos sin más a la sección de sabiduría ajena:

- "Las palabras son como las hojas. Cuando abundan, poco fruto hay en ellas". (Alexander Pope).

- "Pasarlo bien está bien. Ser hedonista está mal. ¡Cómo cambian las cosas según la palabra usada para llamarlas!". (Enrique Rato).

- "La decrepitud da, posiblemente, el cielo como castigo al que desea vivir demasiado". (Ugo Foscolo).

- "En los ojos del joven arde la llama. En los ojos del viejo brilla la luz". (Víctor Hugo).

- "El sexo forma parte de la naturaleza. Yo me llevo de maravilla con la naturaleza". (Marilyn Monroe).

- "El amor no se manifiesta en las ganas de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien". (Milan Kundera).

- "No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto". (Albert Einstein).

- "He conocido a muchas parejas cuya relación se estira como una goma elástica, sin que ninguno de los dos se atreva a cortar. Decidir es siempre «cortar» y hay un cierto miedo a hacerlo que tampoco es claramente explicable". (José Antonio Marina).

- "El verdadero paraíso no está en el cielo, sino en la boca de la mujer amada". (Théophile Gautier).

Besos y abrazos,

Don.
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