¡Buenos días!
Nubosa, gris y fresca mañanita (12ºC, con máximas de 16ºC pasado el mediodía) de primavera a la vera del Arlanzón, nada que ver con los soleados y cálidos días de este pasado puente del 1 de mayo allende el sur, días que parecían causar sonrojo en ciertas personas, aunque solo físico, por efecto del sol sobre las lechosas pieles. Sin embargo, aquí, ni físico ni anímico, que este paraíso que es la ribera del Arlanzón, con todas sus solícitas hadas y ninfas, que esas sí que podrían causarme vergüenza sonrojante a poco que me guiñaran sus luminarias, no puede provocarme otro sentimiento que el enorgullecimiento más pleno.
En estos pasados días de puente he visto dos películas en el cine, recomendabilísimas ambas, que paso inmediatamente a glosaros por orden cronológico. La primera que vi fue "Paraíso Travel", de Simón Brand, basada en una novela homónima del Jorge Franco Ramos, y con Aldemar Correa, Angélica Blandon, Ana de la Reguera y John Leguizamo.
Un joven colombiano es arrastrado por su novia, de quien está ciegamente enamorado, a la procelosa aventura de viajar ilegalmente a Nueva York, para lo que roban dinero de unos familiares con los que pagar el "billete" a una agencia, "Paraíso Travel", que les llevará hasta allí, con otros ilegales, a través de toda Centroamérica, por avión, autobús, a nado, ... padeciendo numerosas penalidades y vejaciones. Al poco de llegar a Nueva York el joven pierde a su novia, y tiene que sobrevivir allí a duras penas, mientras trata de encontrarla, gracias a la solidaridad entre compatriotas. Un drama sobre la inmigración ilegal en los Estados Unidos, pero también sobre amor y esperanza, sobre maduración personal y afectiva "a palos". Una estupenda película contada discontinuamente en el tiempo que, como antes dije, os recomiendo, con una gran banda sonora y unos títulos de crédito iniciales y finales (especialmente los primeros) espléndidos, como hacía tiempo que no veía.
La segunda fue "La vergüenza", de David Planell, y con Alberto San Juan y Natalia Mateo (sobresalientes ambos). Nos cuenta la historia de una pareja, muy bien acomodada (por su situación económica y por lo de estar cómodos), que hace unos meses acogieron, dados sus problemas de fecundidad, a un niño de 8 años con problemas de conducta. Pero ya no pueden más (especialmente él) y se plantean devolverlo. Discusión de pareja que amenaza separación. Pero ante una rutinaria entrevista con la asistente social, en la que salen unos cuantos trapos sucios, que les plantea la posibilidad de que no sean idóneos y no se consolide la adopción, se replantean la cuestión (vergüenza por devolverlo y por la mancha de la posible no idoneidad) y cambian de opinión.
Retrato mordaz de la vida en pareja, sobre la vergüenza que nos provocan ciertas situaciones reprochables, sobre cierta inmadurez de esta pareja de cuarentones (tampoco mala si no es excesiva, que como suelo decir, si maduramos completamente, ya solo nos queda pudrirnos y morir, por ese orden), sobre la adopción y sus problemas, y sobre la responsabilidad y el compromiso y tratar de evadirlos para no afrontar nuestros errores. Un intenso y potente drama, con bastantes momentos de distensión a base de humor. Espléndida y que, como ya dije, os la recomiendo encarecidamente. Lo mejor, que también es la mayor parte del metraje, son las discusiones de la pareja, y muy especialmente, la tragicómica entrevista con la asistente social, muy, muy divertida.
Bueno, para mejor afrontar, sin vergüenza, los avatares vitales y ayudarnos a discernir entre los buenos y malos paraísos, nada como un poquito de sabiduría ajena:
- "Bajo el verdor con un poco de pan, vino, el libro de un poeta, y tú cantando a mi lado en el desierto, ¡el desierto me sería un paraíso!". (Omar Khayyam).
- "La juventud es el paraíso de la vida; la alegría es la juventud eterna del espíritu". (Ippolito Nievo).
- "Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad". (Pearl S. Buck).
- "Es propio del amor, si es verdedero, compendiar en un ser el mundo entero". (Campoamor).
- "Cuando un hombre está loco por una mujer, ella es la única que le puede curar la locura". (Proverbio chino).
- "La vergüenza de confesar el primer error hace cometer muchos otros". (Jean de la Fontaine).
- "Un hombre no debe nunca avergonzarse por reconocer que se equivocó, lo cual es como decir que hoy es más sabio que lo que fue ayer". (Jonathan Swift).
- "La verdad de ninguna cosa tiene vergüenza sino de estar escondida". (Lope de Vega).
- "La filosofía de mi vida siempre ha sido que las dificultades se esfuman cuando se les hace frente con valentía". (Anónimo).
- "La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar". (Friedrich Nietzsche).
Besos y abrazos,
Don.
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