miércoles, 23 de abril de 2008

Matutino elegiaco

¡Buenos días!

Mis gurús de la meteorología habían pronosticado para estos días una mejoría del clima, con sol y ausencia de lluvias, y debería estar triste y lamentoso, haciendo poesía de ello, porque la realidad no es así, falló el pronóstico, y las mismas nubes moribundas se lamentan, paradójicamente, con sollozos en forma de leves lloviznas, de su propia y futura desaparición, que el vaticinio terminará por cumplirse, como de hecho sé que ya está sucediendo ahorita mismo allende el Arlanzón. Estemos, pues, gozosos de lo que tenga que acaecer.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Elegy", de Isabel Coixet, y con Ben Kingsley (espléndida actuación) y Penélope Cruz; basada en un relato de Philip Roth titulado "The dying animal" ("El animal moribundo"). De esta directora española con vocación internacional había visto hasta ahora dos películas, la exquisita y maravillosa "Mi vida sin mí" (os la recomiendo encarecidamente), y "La vida secreta de las palabras". Me queda por ver "Cosas que nunca te dije" (espero en breve el poder verla). La de antes de ayer, buena película, con muy buena fotografía, pero que no llegó a conectar del todo conmigo.

Nos cuenta la historia de un viejo profesor universitario que se enamora de una de sus alumnas. Se nos muestran las tribulaciones de este profesor hedonista, con miedo al compromiso, y seductor, con un puntito de cinismo vital, sobre el amor, el sexo, la pasión, y el matrimonio. Él está empezando a sentir que está abandonando su plenitud vital, que es una especie de animal moribundo, aunque con una mente totalmente contraria a lo que le está pasando físicamente, a los estragos del tiempo, a la soledad, a la enfermedad. Es como un rebelde adolescente en el cuerpo de un sesentón, que se rebela y lamenta contra su propio decaimiento. Pero el caso es que se le van muriendo los más allegados que le rodean (jóvenes y viejos), mientras que él ahí sigue ...

Bueno, pues para tratar de que no os lamentéis por casi nada, ni tengáis que hacer elegías de ello, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Constituye un destino más noble ser envidiado que ser compadecido". (Píndaro).

- "El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace". (León Tolstoi).

- "El hilo de la vida se aflojaría si no fuera mojado con algunas lágrimas". (Pitágoras).

- "Si por la noche lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". (Rabindranath Tagore).

- "Guarda la tristeza para ti mismo y comparte la felicidad con los demás". (Mark Twain).

- "Cada fase de la naturaleza tiene su voz y su lenguaje, que hace pensar y sentir de un modo distinto, inspira una idea, despierta un recuerdo, arranca una sonrisa o una lágrima, según llega a un corazón dichoso o a un alma dolorida". (Concepción Arenal).

Besos y abrazos,

Don.
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