¡Buenos días!
Sin embargo, conforme lo voy
escribiendo va dejando de estarlo, poblando su alba soledad con multitud de
negras letritas que le van haciendo compañía. También, aunque todavía con
somnolientas legañas, está ya muy despierto, como si un sol de medianoche le
hubiese impedido dormir, tanto como de hecho han hecho estas cálidas noches que
dificultan la dormida. Parece que ya este fin de semana bajarán bastante las temperaturas,
pero de momento hoy tenemos máxima otra vez de 35ºC por los madriles.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "El cartero de las noches blancas"
("Belye nochi pochtalona Alekseya Tryapitsyna"), de Andrei
Konchalovsky, y con Aleksey Tryapitsyn e Irina Ermolova. De este veterano
director ruso había visto alguna de sus anteriores películas rodadas en
Hollywood.
La gente que habita en el
lago Kenozero, al norte de Rusia, vive del mismo modo austero que siempre lo
hicieron sus antepasados. Casi la única conexión que tienen los habitantes de
la pequeña aldea con el resto del mundo es el cartero, convecino suyo, que
regularmente les trae la correspondencia y demás mercancía... hasta que alguien
le roba el motor de su lancha, y la mujer que ama decide irse del lugar
buscando mejores horizontes.
Una buena película (nota:
6), que se mece plácidamente entre el documental etnográfico y la
ficción, rodada con actores no profesionales. Crónica sobre la vida de un
aislado pueblo y sus destartalados habitantes, tanto como sus casas, sin
expectativas, henchidos de vodka para ahogar su desolación vital, su
desconcierto ante el mundo moderno que se les viene encima, sobredosis
alcohólica que les avejenta prematuramente en lo físico y enajena en lo mental,
salvo leves destellos de lucidez. Contemplativa fotografía de gran belleza
plástica que nos muestra una vida sin prisas, donde importa casi menos lo que
ocurre afuera que lo de los adentros. Por tanto, viaje introspectivo de
autodescubrimiento del solitario personaje principal, que debe enfrentarse a
sus demonios del pasado y a descubrir su lugar en este nuevo mundo moderno, o
no.
Ahora algo de sabiduría
ajena, citas que espero poner en menos de 140 caracteres cada una, cual si en
formato de tweet estuvieran, al estilo de la moderna correspondencia
telegráfica, vía internet:
- "He hecho esta carta más larga de lo
usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta". (Blaise Pascal).
- "Nadie es más solitario que aquél que
nunca ha recibido una carta". (Elías
Canetti).
- "Una carta es un soliloquio, pero una
carta con postdata es ya una conversación". (Lin Yutang).
Besos y abrazos,
Don.
P.D.: Creía que no, dada mi
proverbial verborrea, pero al ser citas ajenas parece que lo conseguí... por
esta vez.
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