martes, 25 de mayo de 2010

Montando el pastel matutino

¡Buenos días!

Estos dulces días de primavera a la vera del Arlanzón le invitan a uno al hedonismo, en el que tanto monta pasear por la ribera como quedarse en éxtasis contemplativo. A veces me parece ver a mis hadas y ninfas preparando un pastel para festejar quien sabe qué.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El pastel de boda" ("Pièce montée"), de Deny Granier Derrere, y con Jérémie Renier y Clémence Poésy. Una comedia romántica sobre un día de una típica boda burguesa, que se va torciendo conforme se precipitan los acontecimientos. Las dos familias involucradas no se caen demasiado bien, y cada uno de sus integrantes tiene sus propias miserias que esconder, pero que a veces afloran.

Un film ni fu ni fa, con sus más y sus menos, que a ratitos me gustó y en otros, los más, no tanto, por ciertos momentos pasteleros o aburridos. Mejor os recomendaría, porque me encantó, una película danesa de 1998 que analiza mucho mejor la hipocresía burguesa: "Celebración" ("Festen"), de Thomas Vinterberg, una cruel, tremenda, ácida, corrosiva, caústica crítica de la familia burguesa y de la hipocresía social en general.

Ahora, para tratar de no enredarnos en los montajes de la vida, algo de sabiduría ajena:

- "Muchas personas están educadas para no hablar con la boca llena, pero no se preocupan por hacerlo con la cabeza hueca". (Orson Welles).

- "Hay gente que tiene en el lenguaje costumbres de loro y en la vida costumbres de mono. Sólo dicen lo que han oído a otros y sólo hacen lo que han visto hacer". (Maurice Baring).

- "El arte de vivir es el arte de aprender a creer en las mentiras". (Cesare Pavese).

- "Se casaron dos, y al otro día
la esposa, con acento candoroso,
al despertar, le preguntó a su esposo:
«¿Me quieres todavía?»". (Ramón de Campoamor).

Besos y abrazos,

Don.
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