¡Buenos días!
¡Qué emoción! ... Después de dos semanas, acabo de volver de un viaje de expedición allende, muy, pero que muy allende el norte de esta exuberante ribera, donde he sumado unas buenas dosis de bienestar y he restado otras tantas de monotonía. He estado en el punto más al norte de este continente, con paisajes de tundra y clima áspero de invierno casi en verano, por encima del paralelo 71, tratando de ver el sol de medianoche, de donde me he traído unos cuantos traviesos trolls, de esos que se convierten en hermosas doncellas para cautivar a incautos, ... pero les rompí el hechizo y me quedé en mi mente con las hermosas, desechando como rocalla la parte troll en cuanto que les dió el sol.
Por tanto, ando ahora dividido entre mis nuevas hadas de pelo rubio platino natural y piel de sedoso cristal traslúcido y las de aquí ... pero no os preocupéis que la conjunción de ambos grupos no suma, sino que multiplica, que ya sabéis que si dos son compañía, tres (mis hadas ribereñas, las nórdicas, y yo mismo) seremos multitud que seguiremos multiplicándonos como los deliciosos panes y peces que me comí por allí ... y no me penséis mal, so picarones, que no es metáfora, sino literalidad absoluta ... que ¡qué más hubiera querido yo!
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un film canadiense, "Aritmética emocional" ("Emotional arithmetic"), de Paolo Barzman, y con Susan Sarandon (radiantemente hermosa), Gabriel Byrne, Christopher Plummer, Max von Sydow, y Roy Dupuis. Una historia con trasfondo de la memoria del holocausto nazi en la que en una situación de equilibrio estacionario emocional (aparente) de una pareja madura aparece el pasado encarnado en un anciano disidente ruso que les altera el presente, revelándonos lo que el pasado puede llegar a condicionar el futuro de la gente. Una historia de enrocarse recordando versus pasar página vital y seguir adelante. Una historia de ecuaciones (situaciones) de equilibrio y desequilibrio, de emociones confusas cuando el río de la vida remueve nuestra quietud aparente y de lo que nos destila ese famoso refrán de "dos son compañía y tres son multitud". Buena película, con altibajos al principio y una estupenda fotografía de interiores y exteriores.
Ahora, para tratar de cuadrar nuestras cuentas con la vida, nada para ayudarnos como un poquito de sabiduría ajena:
- "La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir". (Miguel de Cervantes).
- "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". (Rabindranath Tagore).
- "Nuestra cabeza es redonda para permitir a nuestro pensamiento cambiar de dirección". (Picabia).
- "El dolor es esencial a la vida y no proviene del exterior, sino que cada uno lo llevamos dentro de nosotros mismos, como un manantial que no se agota". (Arthur Shopenhauer).
- "La adversidad depende menos de los males que sufrimos que de la imaginación con que los padecemos". (Fenelon).
- "La historia de un amor es el drama de su lucha contra el tiempo". (Paul Géraldy).
Besos y abrazos,
Don.
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