viernes, 16 de abril de 2010

Enfrascado en mis matutinos

¡Buenos días!

Continúa enfrascada la primavera ribereña en sus nubosidades, cada vez menos densas, aunque cada día que pasa la temperatura vuelve a ser cada vez más suave (este mediodía, más cerca todavía de los 15ºC). Y ensimismado sigo yo con mi ribera, bebiendo los vientos por ella (escasos estos días, después de pasadas ventoleras), y con sus hadas y ninfas que se me dedican, y a las que me dedico, en cuerpo y alma, en este tarro matutino que me protege de inclemencias.

Ayer por la tarde, tras varias semanas de ausencia en los films programados por el Aula de Cine de la Universidad de Burgos, bien sea por incompatibilidad con otros eventos, bien sea porque ya vi la película programada, como en el caso de la de la semana pasada, la espléndida "La familia Savages", que vi en mayo de 2008 y cuyo matutino podéis ver pinchando aquí, volví a ver otra, la que tocaba ayer jueves. Se trató de "El frasco", producción hispano-argentina estrenada comercialmente en abril de 2009, de Alberto Lecchi, y con Dario Grandinetti (gran actor) y Leticia Brédice.

Nos cuenta la historia de un chófer de autobús interurbano, torpe, tímido y solitario, lacónico y taciturno, con cierto toque autista, y que siempre hace la misma ruta entre dos pueblitos. En uno de los pueblos del recorrido vive una maestra, tan enigmática y solitaria como él, y huraña con el género masculino. Él está enamorado de ella, y un día ella le pide que le lleve un frasco a la clínica de otro de los pueblos de su ruta.

Esta peculiar comedia romántica, algo marciana, en torno a las vicisitudes que ocurren con el dichoso frasco, con toques paródicos de western, sobre dos solitarios muy necesitados de cariño, y destinados a enfrascarse el uno con el otro, me hizo reír mucho, mucho. A pesar de algún detallito que otro, me embelesó esta candorosa historia de amor, que por su candidez y lo entrañable me recordó algo a otra producción hispano-argentina que vi hace varios años, "Todas las azafatas van al cielo", cuyo matutino podéis ver más abajo, ambas tan deliciosas, que os las recomiendo encarecidamente, si es que podéis conseguirlas.

Ahora, a enfrascarnos con la sabiduría ajena, que seguro le sacamos el jugo:

- "La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas". (Aristóteles).

- "Entre un hombre y una mujer la amistad es tan solo una pasarela que conduce al amor". (Jules Renard).

- "La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición". (Emil Ludwig).

- "El amor es el gran refugio del hombre contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la especie, las leyes eternas". (Henri Bataille).

Besos y abrazos,

Don.

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Celestial matutino
(Miércoles, 17 de abril de 2002)

¡Buenos días!

Deliciosos días. El clima es tan bueno que merecería ir derechito hacia el paraíso y alternar con los angelitos, incluso climatológicos, ... bueno, creo que los angelitos han bajado a la tierra, pues no dejo de verlos ... ¡cosas de la primavera!

Ayer tarde estuve en el cine viendo una película hispano-argentina, "Todas las azafatas van al cielo", de Daniel Burman y con Ingrid Rubio (españolita angelical) y Alfredo Casero. Deliciosa, exquisita película, que me transportó a etéreas y celestiales ensoñaciones, gracias también a una buenísima banda sonora, exceptuando las tres o cuatro canciones de Raffaella Carrá, que rompían el encanto, ... pero bueno, también tienen su lugar en la peli.

Habla de soledades, de inmensas soledades, de almas perdidas y de paisajes sin fin, es decir, de paisajes en el fin del mundo, en Ushuaia, la ciudad habitada más austral de la Tierra, si exceptuamos las colonias científicas de la Antártida.

Es tierna, muy tierna, con un poquito de agradabilísimo humor, con unos personajes impagables, buenos, fundamentalmente buenos, en el buen sentido del término bueno, que diría Antonio Machado, que derrochan amor por los cuatros costados (en cuanto que les dejan hacerlo). Los dos protagonistas y los principales secundarios que les rodean son muy originales, como el taxista, la prostituta guía turística yconfesora sentimental, la enfermera, el auxiliar de pista, su hija, los caricaturizadísimos pilotos, ...

Dos confesiones: las pocas veces que he viajado en avión, yo también me he enamorado, como el protagonista, de al menos alguna de las azafatas del vuelo. No sé si será que debido a lo cerca que se está de celestiales mundos, me parecen todas angelitos adorables. Y la otra, que esa estúpida sensación de tristeza alegre que me produjo en varios momentos la película, hizo discurrir por mis mejillas lagrimillas, mientras discurría por vaguedades mentales, sin discurrir nada de provecho, como por ejemplo sobre correcciones hedónicas del IPC, que de hedonismos ya tenía yo suficiente con disfrutar de la deliciosa película.

Para terminar dos frases pitagóricas, muy, pero que muy en relación con la película, y una tercera que me ha parecido excepcionalmente buena:

- "Antes que al médico, llama a tu amigo" (Pitágoras).

En la película, aunque hay médico, los que más cura son los amigos.

- "Elige una mujer de la cual puedas decir: Yo hubiese podido buscarla más bella, pero no mejor" (Pitágoras).

Invertid los sexos, y acertaréis con algunas tribulaciones de la protagonista.

- "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo" (Amado Nervo).

Poética sabiduría. Besos y abrazos,

Don.

P.D.: Llevo tres días seguidos viendo excepcionales films, y ya dudo de si es solo que son buenísimas películas, o tengo que añadir que soy yo también el que las ve así de bien. No sé, ya veremos, ...
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