miércoles, 24 de agosto de 2016

No me olvido de regresar a mis matutinos

¡Buenos días!

Tras casi un mes de ausencia matutina, cosas del veraneo y de sus asociados exilios voluntarios buscando uno renovarse en sus conocimientos socio-culturales, no sólo a través de libros y documentales, sino con el contacto directo "in situ", aquí estoy de nuevo, tan asado de calor como cuando me fui, que el estío parece que no cedió un ápice con sus monsergas de agobiante calor por los madriles en todo este tiempo. Pero bueno, se lo perdonaremos, mucho más que en breve refrescará, sea en días o semanas, y olvidaremos sus calorinas, y nos reconciliaremos con el verdadero bienestar climático.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Regreso a casa" ("Gui lai"), de Zhang Yimou, y con Gong Li, Chen Daoming, y Zhang Huiwen. Del excelentísimo, y muy admirado por mí, Zhang Yimou había visto hasta ahora más de la mitad de sus films, que van desde lo buenísimo a lo sublime, a saber: "Las flores de la guerra" ("Jin ling shi san chai", 2011), "Amor bajo el espino blanco" ("Shan zha shu zhi lian", 2010), "Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos" ("San qiang pai an jing qi", 2009), "La maldición de la flor dorada" ("Man cheng jin dai huang jin jia", 2006), "La casa de las dagas voladoras" ("Shi mian mai fun", 2004), "Hero" ("Ying ziong", 2002), "Happy times" ("Xingfu shiguang", 2000), "El camino a casa" ("Wo de fu qin mu qin", 1999), "Ni uno menos" ("Yi ge dou bu neng shao", 1999), y "La linterna roja" ("Da hong deng long gao gao gua", 1991).

China en los primeros años 70. Un preso político se escapa del campo de trabajo en que está internado desde hace muchos años para volver a ver furtivamente a su familia: su mujer, y la hija a la que apenas conoció quien, por miedo a que afecte a su proyección profesional como bailarina, le delata, con lo que esposa y marido no consiguen reencontrarse y es vuelto a enviar a prisión. Pocos años después, cuando la Revolución Cultural china termina, él es rehabilitado y puede regresar a casa legalmente. Pero cuando llega casi nada es como espera, pues su esposa quedó amnésica años atrás, por el trauma del frustrado reencuentro, y no le reconoce, con lo que sigue esperando su regreso aunque le tenga siempre a su lado.

Una espléndida película que os recomiendo (nota: 8) este melodrama romántico por el que subyace un runrún metafórico sobre la situación pasada y presente de toda una nación, China, de su memoria colectiva. Se nos muestra, con la gran sabiduría y el hondo sentimiento propios de este magistral director, con planos y situaciones de gran hermosura, los estragos que una ideología radical causa sobre la vida normal de los individuos. En cierto modo, esta historia de amor me recordó a dos maravillosas canciones: especialmente a "Penélope" (letra de Joan Manuel Serrat); y también a "Esta tarde vi llover" (letra de Armando Manzanero), el más excelso de los boleros según mi entender.

Bueno, ya toca despedirnos de este matutino, pero volveremos al próximo enseguida, aunque antes de que se me olvide, paso ya mismo a poneros unas citas de sabiduría ajena:

 - "Nunca he comprendido que los hombres ni los pueblos quieran volver a vivir una sola hora de su vida pasada. Bien pasado está todo lo pasado".  (Jacinto Benavente).

 - "Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto".  (Mario Benedetti).

 - "La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido".  (Milan Kundera).

 - "Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza".  (Vicente Blasco Ibáñez).

 - "Es tan corto el amor y tan largo el olvido".  (Pablo Neruda).

Besos y abrazos,

Don.
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