¡Buenos días!
Venga, a moverse, que
disfrutamos de unos días de frescor veraniego, pues las máximas han bajado,
rondando los 30ºC, librándonos del soporífero aletargamiento veraniego,
especialmente en las horas centrales del día, cuando con nuestros bostezos
contagiamos a los de nuestro alrededor. Y movamos no sólo nuestros cuerpos,
sino también nuestras mentes, que también tienen tendencia al abotargamiento.
Ayer por la noche estuve en
el cine viendo "Guerra mundial Z" ("World
war Z"), de Marc Forster, con Brad Pitt, y basada en la novela homónima de
Max Brooks. De este director había visto cinco de sus anteriores films:
"Quantum of solace" (2008),
"Cometas en el cielo" ("The kite runner", 2007),
"Más extraño que la ficción" ("Stranger than fiction",
2006),
"Descubriendo Nunca Jamás" ("Finding Neverland", 2004),
y "Monster's ball" (2001).
El mundo entero está
sucumbiendo bajo los efectos de una muy virulenta pandemia que convierte a los
humanos en muertos vivientes (hiperactivos en este caso). Un experto de la ONU
en zonas difíciles se ve obligado por las circunstancias a volver a su antigua
tarea con el fin de encontrar el origen y la posible cura del brote epidémico
mientras los infectados arrasan sociedades enteras.
Una buena película,
entretenidísima, espectacular pero sin excesos, a medio camino entre una de
apocalípticas hecatombes planetarias y un mix de las de zombis de todos los
tiempos, a pesar de algún pequeño déjà-vu que otro, y que parece reflexionar
sobre el hecho de que la inacción nos anquilosa, que hay que moverse, avanzar,
evolucionar, so pena de desaparecer. A destacar la única escena divertida del
film, hacia el final, la del laboratorio en la que el protagonista busca
mientras un zombi castañetea de hambre sin poder acceder al recinto.
Bueno, ahora para no
rendirnos al adocenamiento neuronal, nada como un poquito de sabiduría ajena:
- "Las opiniones no se deben combatir
sino por medio del raciocinio. A las ideas no se las fusila". (Antoine Rivarol).
- "La vida orgánica ha ido evolucionando
gradualmente del protozoo al filósofo y esta evolución nos aseguran que
representa un tremendo progreso. Desgraciadamente quien lo asegura es el
filósofo, no el protozoo".
(Bertrand Russell).
- "El fanatismo destruye los sentimientos
de la humanidad". (Edward Gibbon).
- "La conciencia del peligro es ya la
mitad de la seguridad y de la salvación".
(Ramón J. Sender).
- "Mejor que combatir una desgracia es, a
veces, tratar de ser feliz dentro de ella". (Maurice Maeterlinck).
- "Cuando se tiene cierta moral de
combate, de poder, hace falta muy poco para dejarse llevar, para pasar a la
embriaguez, al exceso". (Marguerite
Duras).
Besos y abrazos,
Don.
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