viernes, 23 de octubre de 2009

Normalidad matutina

¡Buenos días!

¿Qué es lo normal? ... si es que tal existe y no es sino una entelequia ... de hecho, estadística o matemáticamente (que toda la matemática es verdad, aunque sea irreal), nada es normal en la infinitud que nos rodea, que es infinitesimalmente probable que algo o alguien sea perfectamente normal, da igual como queramos definir la normalidad, y que todos tenemos cierta desviación de la regla que queramos imponernos. Por lo demás, día rayano en la normalidad climática otoñal, con agradable frescor, grises nubes y sol alternándose (más nubes que sol), alguna eventual llovizna, y cierto colorido ocre-amarillento que ya apunta por la copas de los árboles de la ribera. Como es normal, me sigo extasiando con las maravillas que destilan mis bien amadas hadas y ninfas cuando me cruzo con ellas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Yo, también", de Álvaro Pastor y Antonio Naharro, y con Lola Dueñas (¡cómo me gusta esta estupenda mujer y actriz!) y Pablo Pineda. Ambos ganaron los premios de mejor interpretación en el pasado Festival de cine de San Sebastián, creo que bien merecidos. El personaje masculino, Daniel, parece un álter ego del actor que lo representa, la primera persona con síndrome de Down en Europa en conseguir licenciarse en la universidad ... ¡sorprendente este Pablo Pineda!, de quien ya conocía algo, pues vi algunos reportajes sobre él en la televisión.

Un joven de 34 años, el primer europeo con síndrome de Down en obtener un título universitario, comienza su vida laboral en la administración, donde conoce a una compañera de trabajo, Laura, una mujer solitaria con problemas de desarraigo familiar, y con la que inicia una relación de amistad y de compartir confidencias que sorprende a los de su entorno. Pero como el roce hace el cariño, Daniel acaba por enamorarse de ella.

Una historia que no solo habla del síndrome de Down, que es telón de fondo, sino sobre los problemas afectivos y sexuales que pueden acaecer en cualquier pareja. Ella es una persona "normal" con un montón de problemas, y él quiere ser normal, y que le traten como tal. Por ejemplo, en la película, cuando él le manifiesta que quiere ser como los demás, normal, ella le replica: "¿Para qué quieres ser una persona normal?". Película que me dejó con un muy buen regusto final, con muy buenos momentos, como el divertido final (todo un ejemplo de sinceridad), que da que pensar.

Una de las normas de estos matutinos es esta sección final de sabiduría ajena. Pues vamos a ella, en la que bien podrían valer algunas de las citas sobre amor del matutino de ayer:

- "La sinceridad cuesta mucho. Creemos muchas veces que somos sinceros y no lo somos". (Azorín).

- "No necesito amigos que cambian cuando yo cambio, y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor". (Plutarco).

- "Cuando mudamos el parecer que tenemos sobre alguien es más probable que seamos nosotros los que hemos variado que la persona aquella". (Antonio Gala).

- "Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente". (Antonio Gala).

- "Soy muy feliz o, por lo menos, soy tan feliz como la mayoría de las personas, con mis problemas cotidianos, las dificultades habituales del día a día. Llevo casi dos décadas disfrutando de una vida normal, pero antes viví un auténtico infierno". (Paula Zubiaur).

- "Ante cualquier situación, compórtate como si fuera normal" (una de las leyes de Murphy).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: