¡Buenos días!
Otro soleadísimo día de estío, ya sí que sí, que oficialmente entró antes de ayer domingo, aunque sin cargar las tintas, que ya sabemos de la placidez del verano por estos lares, que prácticamente nunca te hace sudar la gota gorda, mucho más cuando no hay agobios que nos hagan sudar tinta. Tampoco corren ríos de tinta, que no la uso para la confección de estos virtuales matutinos, y porque el Arlanzón está de estiaje. Desde luego, en lo que no me ando con medias tintas es con mis alabanzas a esta ribera y a su excelsa fauna de hadas y ninfas, quienes con solo mentarlas, o simplemente imaginarlas, toman cuerpo ante mi atónita mirada.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Corazón de tinta" ("Inkheart"), de Iain Softley, y con Brendan Fraser. De este director ya había visto hace años otro film que también me gustó mucho: "K-PAX" (ved su matutino más abajo). Como últimamente parece haberse puesto de moda, está basada en el primer libro de una trilogía escrita por Cornelia Funke; lo que seguro provocará también la trilogía cinematográfica.
Un coleccionista y reparador de libros antiguos (y su preadolescente hija) poseen una particular habilidad, que dominan con la torpeza de un aprendiz de brujo (aunque la maestría la van adquiriendo con el uso), consistente en que cuando leen en voz alta un pasaje de un libro hacen que el personaje involucrado se encarne en la realidad ... pero provocando que alguien que se encuentre al lado de un "pico de oro" de estos en ese momento pase a quedar encerrado en la ficción del libro. A la esposa y madre le ocurrió esto cuando leía el padre un viejo cuento, "Corazón de tinta", a su hija para que durmiera. Padre e hija tratan durante varios años de recurperarla, pero con las dificultades que les pone el malvado del cuento, pequeño megalómano que trata de dominar el mundo real, también encarnado en otra lectura de pasaje anterior.
Muy buena película, que me gustó mucho más de lo que esperaba, y en la que se reflexiona levemente sobre la condición del autor en relación con sus personajes, como en los "Seis personajes en busca de autor" de Luigi Pirandello; y también sobre ese eterno dilema entre el determinismo de nuestros actos y el libre albedrío. También hace, obviamente, apología de la lectura. Por otros detalles también me recordó al film "Jumanji", de Joe Johnston.
Ahora, sé de buena tinta que ahora va algo de saber ajeno:
- "Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía". (José Vasconcelos).
- "Un buen libro es aquél que se abre con expectativas y se cierra con provecho". (Amos Alcott).
- "En la lectura deben cuidarse dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien. Nunca deben leerse libros que extravíen el entendimiento o corrompan el corazón". (Jaime Balmes).
- "Todos los buenos libros tienen en común que son más verdaderos que si hubieran sucedido realmente". (Ernest Hemingway).
- "El libro es una pértiga que permite dar saltos inimaginables en el espacio y en el tiempo; el testigo de la más hermosa carrera de relevos; un infalible e íntimo amigo silencioso". (Antonio Gala).
- "Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora". (Proverbio hindú).
Besos y abrazos,
Don.
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Vespertino para iluminados
(Miércoles, 30 de enero de 2002)
¡Buenísimos y luminosos días!
Este sol de invierno sigue iluminándonos sin mesura, infundiéndonos una vitalidad desbordante, que arrasa con todo, incluso con los problemas laborales y de cualquier otro tipo. Tal es la luz que hay que parece que el crepúsculo y sus penumbras no llegarán jamás. Es tan radiante la luminosidad solar que casi hace necesario el uso de gafas de sol, incluso a tipos morenos y de ojos pardos como yo mismo.
Ayer estuve en el cine viendo "K-PAX" de Iain Softley, y con Kevin Spacey y Jeff Bridges. Monumental sorpresón me di, pues no tenía pensado ir a verla basándome en los trailers que había visto de ella en los cines, y en que parece no tener demasiado éxito de público. Fui porque un hermano mío me la recomendó. Excepcional película, de tempo lento, preciosas imágenes y música, inteligentes diálogos, soterrada crítica social, leves toques de humor. Me pareció una película prácticamente redonda, que me recordó a "American beauty" de Sam Mendes por el estilo y por el actor principal, y a "Grand Canyon" y "Mumford" de Lawrence Kasdan por el estilo y ese continuo destilar de buenos sentimientos que tienen ambos films.
Por supuesto me recordó mucho a "Alguien voló sobre el nido del cuco" de Milos Forman, pues se desarrolla en su mayor parte en un sanatorio mental, con un loco que no lo es (podría ser un iluminado sideral). La película también podría decirse que hace un elogio de la locura, que la raya que la limita no es clara ni fija, que todo es relativo, que la mayoría de nuestras neuras se curan por si mismas con un poquito de ayuda de los demás de nuestro entorno, que ... Insisto, me cautivó y pareció sencillamente excepcional. (Nota: no os vayáis de la sala hasta que acaben los créditos del final, pues de las 10 últimas películas que he visto en al menos 4, ésta incluida, hay una "pildorita" adicional tras o en medio de los créditos).
Las frases ajenas del día, bastante cercanas al espíritu que destila la película, son:
- "La traición la emplean únicamente todos aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura" (Vicente Espinel).
- "No hace falta renunciar al pasado al entrar en el porvenir. Al cambiar las cosas no es necesario perderlas" (John Cage).
- "Si te sientas en el camino, ponte de frente a lo que todavía has de andar y de espaldas a lo ya andado" (Proverbio chino).
- "La paciencia tiene más poder que la fuerza" (Plutarco).
- "Quien hace el bien desinteresadamente, siempre es pagado con usura" (Goethe).
- "Nadie es libre hasta que no es señor de si mismo" (Matthias Claudius).
Besos y abrazos,
Don.
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