miércoles, 17 de junio de 2009

Festines matutinos

¡Buenos días!

Tras varios días de fiesta, minivacaciones (minipuentes) y cursillos, siempre con mucho calor, calor de verano rabioso (muy especialmente el sábado 13), aunque queden todavía pocos días para el solsticio de verano (el domingo 21), he vuelto a mi bien amada ribera del Arlanzón, a seguir dándome festines visuales mirándola a través de los ventanales, viendo como bulle toda su fauna y flora al calor de este espléndido día de verano, con sol y nubes, nubes que amenazan más tormentas, como las de ayer por la tarde.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Vacaciones de ferragosto" ("Pranzo di ferragosto"), de Gianni di Gregorio, y con él mismo de guionista y como actor principal. Inspirado en una elucubración sobre una anécdota personal del director, guionista y actor, esta divertida comedia, sencilla, natural y fresca (a pesar de los calores de agosto), nos cuenta las pequeñas tribulaciones de un hombre en paro, de unos 60 años, moroso de los gastos de su comunidad de vecinos, que vive en un humilde barrio romano con su muy anciana madre. En el ferragosto (la festividad del 15 de agosto) Roma se vacía para hacer comidas familiares tradicionales, como en Navidad (pranzo significa comida, festín). El administrador de la comunidad le propone perdonarle sus deudas comunitarias si se hace cargo de su anciana madre durante ese día y la víspera para que pueda viajar a su pueblo a la comida familiar de ferragosto, y de mala gana acepta pues necesita el dinero (en la realidad el director no aceptó). Al día siguiente, el administrador se presenta con su madre y ... también con su tía. Además, su médico de cabecera le pide el favor de encargarse de su madre mientras él hace una guardia en el hospital.

Nuestro protagonista se auto-esclaviza para tener contentas a las muy particulares cuatro señoras (incluida su propia madre), todas nonagenarias o casi, cada una con sus manías y difícilmente manejables, que convierten la tranquila casa en una especie de patio de parvulario. Al final, acabarán congeniando y no queriendo volver a la monótona rutina de sus respectivas casas, en donde están sometidas a severas y estrictas dietas y medicaciones, que se saltan a la torera, ante el inicial estupor de nuestro protagonista, porque nadie las controla, lo que las hace disfrutar como niñas revoltosas. En esta muy buena y divertida película se proclaman la dignidad y vitalismo de los ancianos, ... y la alegría de vivir en general ... carpe diem.

Ahora, un pequeño festín de sabiduría ajena:

- "Panza vacía, corazón sin alegría". (refrán).

- "Hay que comer para vivir, y no vivir para comer". (Molière).

- "Los médicos trabajan para conservarnos la salud; los cocineros para destruirla; pero estos últimos están más seguros de su labor". (Denis Diderot).

- "El dinero es mejor que la pobreza, aunque solo sea por razones económicas". (Woody Allen).

- "Común error es pensar que solo por sumar años han de entender los mortales cosas que no les pasaron". (Santa Teresa de Jesús).

- "Los hombres envejecen, pero no maduran". (Alphonse Daudet).

- "Todo el mundo sabe que los viejos son doblemente niños". (Aristófanes).

Besos y abrazos,

Don.
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