miércoles, 6 de agosto de 2008

Sinos matutinos

¡Buenos días!

Sí que parece que nuestro destino en estos días de tórrido verano, de los escasísimos que por aquí se dan, es sudar y sudar; aunque desde luego no sufro en demasía, que estoy acostumbrado a ello, que yo soy natural de allende el sur la ribera del Arlanzón. Sí que el sol ilumina sin piedad la ribera y su fauna, dándoles un especial realce; aunque desde luego mis hadas y ninfas, como listas que son, no se me torran, que andan escondidas por entre los umbríos recovecos ribereños al fresco del río.

Ayer por la tarde estuve viendo otro film de los del ciclo de verano en versión original subtitulada. Se trató de "El destino de Nunik" ("La masseria delle allodole"), de Paolo y Vittorio Taviani, y con Paz Vega, una coproducción hispano-italiana basada en una novela de Antonia Arslan titulada "La casa de las alondras", igual que el título italiano. De estos veteranos hermanos directores solo había visto una famosísima película suya del año 77, "Padre padrone", cuando la pasaron por la televisión en los primeros 80. Me gustó mucho.

En "El destino de Nunik" se nos cuenta la historia de esta joven muchacha y su familia, que son armenios, cuando se produjo en 1915 el genocidio armenio por parte del ejército turco, al que tomaron como chivo expiatorio de sus derrotas durante la I Guerra Mundial. Como testimonio de esos horribles hechos, que poco tienen que "envidiar" al holocausto nazi contra los judíos de la II Guerra Mundial, es una interesante película. Pero la película no me acabó de convencer del todo porque tenía un aspecto la historia como de telefilm barato, con unas imágenes que tenían la textura de esas añejas fotos amarillentas de nuestros abuelos, que destilaba como un aroma a rancio, especialmente al principio. Sin embargo, tuvo algún que otro buen momento (escasos).

Ahora, sí que sí, un poco de sabiduría ajena, que no me olvido de ella:

- "Aborrezco la violencia y la intolerancia en cualquier forma o manera. Nunca consigue ni impide nada. Una revolución tiene que establecerse a plazos. Es un absurdo patente que salta a los ojos odiar a otros porque viven a la vuelta de la esquina o porque hablan otra lengua vernácula". (James Joyce).

- "A los verdugos se les reconoce siempre, tienen cara de miedo". (Jean Paul Sartre).

- "Todo lo necesario para que el mal triunfe es que los buenos hombres no hagan nada". (Edmund Burke).

- "La vida es muy peligrosa. No tanto por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". (Albert Einstein).

- "Si es preciso sucumbir, enfrentémonos antes con el azar". (Tácito).

Besos y abrazos,

Don.
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