¡Buenos días!
Acorralados seguimos desde hace días por las escaramuzas primaverales de nubes y chubascos que van y vienen, muy guerrilleros, que quizá nos empapan, o tal vez nos refriegan, retirándose al poco, para dejar salir el sol por un momento y que nos sequemos con algo de calma, y vuelta al lío. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 17ºC. Así que durante estas algaradas meteorológicas me atrinchero en otro de mis matutinos, buen lugar para estar por un rato tranquilo, y ametrallarle tecla a tecla con lo que bulle por mis entendederas.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Warfare: Tiempo de guerra" ("Warfare", 2025), de Alex Garland y Ray Mendoza, y con D'Pharaoh Woon-A-Tai, Will Poulter, Cosmo Jarvis, Kit Connor, Finn Bennett, Taylor John Smith, Michael Gandolfini, Adain Bradley, Noah Centineo, Evan Holtzman, Henrique Zaga, with Joseph Quinn y Charles Melton. Es la primera película de su segundo director, que además está basada en su propia experiencia, en sus recuerdos de ella, según se dice al principio del metraje, y la quinta del primer director, de quien había visto sus cuatro anteriores, "Civil war" (2024), "Men" (2022), "Aniquilación" ("Annihilation", 2018) y "Ex_machina" (2014).
Año 2006, durante la guerra de Irak. Un pelotón de una unidad de élite del ejército estadounidense se infiltra furtivamente de noche en zona enemiga para una misión de vigilancia de fuerzas insurgentes, pero al poco de amanecer la situación se va torciendo cada vez más hasta que acaban por ser asediados y atacados con gran virulencia por los enemigos.
Excelente película (nota: 9), de guerra antibelicista, cuyo desarrollo casi que transcurre en tiempo real, en cuyo primer tercio apenas pasa nada, pero se masca la tensión y a partir de que explota la situación nos muestra la brutal violencia, el miedo visceral (y literalmente las vísceras) con suma crudeza, de modo hiperrealista, absolutamente inmersivo (para vista y oído), sin apenas dar tregua, de soldados profesionales metidos en una auténtica ratonera de la que es muy difícil salir, atónitos los más de ellos, aturdidos por el ruido infernal y las explosiones, que a lo más que aspiran es a sobrevivir ellos mismos, y también, si es que pueden, de tratar de que lo hagan sus compañeros. Aquí no hay héroes (doy gracias a sus autores, pues nada me gustan la épica y las epopeyas), tampoco buenos ni malos, pero sí inocentes víctimas colaterales. La guerra es lo que es, y se muestra tal cual, sin tapujos, sin mitificarla propagandísticamente. Demoledora escena final, tras la salida por patas de la razia estadounidense y haberse disipado el humo de la contienda... que le deja a uno pensando... ¿para qué...?
Pues llegamos al sitio de la sabiduría ajena, con estas citas que espero nos iluminen lo suficiente como para no dejarnos emboscar, ni embaucar por bélicos cantos de sirena:
- "La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran". (Paul Valéry).
- "Uno cree que muere por la patria y muere por los industriales". (Anatole France).
- "Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre". (Proverbio Africano).
- "El campo de batalla solamente revela al hombre su propia estupidez y desesperación, y la victoria es una ilusión de filósofos e imbéciles". (William Faulkner).
Besos y abrazos,
Don.
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