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jueves, 8 de mayo de 2025

Último suspiro matutino

¡Buenos días!

Ese supongo que será el que demos tras los besos y abrazos del final, no sin antes deciros que casi como una exhalación volvieron las tormentas por los madriles, pero no os angustiéis, que su final llegará antes o después. Tormentas que se prometen, a tenor de las previsiones, que serán muy intensas (hay alerta amarilla). La máxima prevista para hoy será de 18ºC. Y llevo ya tal ritmo de tecleo, que más que exhalando o suspirando, me encuentro casi que jadeando, así que me refrenaré un tanto para ir degustando mejor el tránsito que me quede hasta el entrañable y besucón final de este matutino.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El último suspiro" ("Le dernier souffle", 2024), de Costa Gavras, basada en la novela homónimna (2023) de Régis Debray y Claude Grange, y con Denis Podalydès, Kad Merad, Marilyne Canto, Ángela Molina, Charlotte Rampling, Hiam Abbass, y Karin Viard. De este veteranísimo director francés de origen griego tan solo había visto cuatro de sus anteriores películas: la famosísima "Desaparecido" ("Missing", 1982), "Arcadia" ("Le couperet", 2005), "El capital" ("Le capital", 2012), y su anterior más reciente, "Comportarse como adultos" ("Adults in the room", 2019).

A un afamado filósofo, autor de varios libros de éxito, algunos de ellos sobre la muerte, le están haciendo pruebas en diversos hospitales, tras las que le acaban por detectar un pequeño tumor latente, todavía inactivo pero que podría reavivarse en cualquier momento, así que le recomiendan que se haga chequeos periódicos con cierta frecuencia, por lo que le surgen una serie de miedos ante una posible enfermedad grave y su eventual muerte más o menos cercana. En estas idas y venidas por centros de salud, conoce a un médico especialista en cuidados paliativos, con el que inicia una serie de visitas a enfermos terminales para documentarse para su próximo libro, a la par que el doctor le va contando otros casos singulares que tuvo que tratar en el pasado, y ambos charlan y reflexionan sobre estos asuntos.

Muy buena película (nota: 7), que me gustó más por lo que nos cuenta y hace reflexionar sobre diversas cuestiones aledañas a la muerte, que por el modo en que lo hace, con momentos de muy interesantes disquisiciones que me engancharon, y otros, los menos, no tanto. En general mantuvo mi atención y me incitó a pensar sobre esto y aquello, lo que siempre es muy de agradecer por mi parte. Está basada en diversos casos reales articulados en torno a las conversaciones entre el médico y el filósofo y es todo un alegato a favor de los cuidados paliativos, de escuchar siempre al paciente y sus deseos, suavizando lo más que se pueda ese último tramo de nuestras vidas, y de la eutanasia cuando es menester. También propugna que tenemos que prepararnos mental y anímicamente para lo que seguro, sí o sí, nos llegará antes o después y tendremos que afrontar. En definitiva, de la dignidad de la muerte y de tratar de vivir del mejor modo posible hasta nuestro último suspiro.

Nos acercamos al postrero aliento de este matutino, así que nada mejor que reflexionar sobre ello con la ayuda de estas reconfortantes citas de sabiduría ajena:

 - "El poseer no existe, existe solamente el ser: ese ser que aspira hasta el último aliento, hasta la asfixia".  (Franz Kafka).

 - "Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace".  (Juan Rulfo).

 - "No hay un final. No existe un principio. Tan solo una infinita pasión por la vida".  (Federico Fellini).

Besos y abrazos,

Don.

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