martes, 25 de marzo de 2025

¿De qué adoleces, matutino?

¡Buenos días!

Pues esta mañana que ahora empieza, con el sol asomando por el horizonte, o eso supongo, porque está bastante nublado, sufre por tantos pasados días de atosigamiento nuboso y lluvioso, con brevísimos recesos, aunque parece que a no mucho tardar escampará. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 15ºC, con sol queriendo asomar algo más conforme avance la jornada. Por lo demás, en estos matutinos no se padece lo más mínimo, antes al contrario, aunque no está de más preguntárselo de cuando en cuando no vaya a ser que...

Este fin de semana terminé de ver una serie de televisión, miniserie en realidad, en Netflix, que vi en un arreón (imposible parar), y que desde ya os recomiendo muy, pero que muy encarecidamente que veáis. Se trató de "Adolescencia" ("Adolescence", 2025), creada por Jack Thorne y Stephen Graham, dirigida por Philip Barantini, e intepretada por Stephen Graham, Ashley Walters, Erin Doherty, Owen Cooper, Christine Tremarco, Amélie Pease, Faye Marsay, y Mark Stanley. Consta de una temporada de cuatro capítulos de en torno a una hora de duración cada uno.

En una barriada obrera británica, de madrugada, por sorpresa e impetuosamente, la policía entra en la casa de una familia, matrimonio con hija e hijo adolescentes, y se llevan detenido al chaval de 13 años, acusado de haber asesinado a una compañera de clase la tarde-noche anterior. Los atribulados padres se enfrentan a la peor pesadilla que jamás hubieran podido imaginar.

Magistral cum laude (nota: 10+), portentosa, brutal (e imprescindible), hondísima, me zarandeó, me removió, me conmovió... ¡toda una experiencia casi que devastadora, pero terapéutica! No había visto ni en cine ni en televisión nada igual desde hace mucho, mucho tiempo, no sé ya si en toda mi vida, por todo, por su tono, por lo que se narra y por cómo se narra, diríase que de modo crudamente hiperrealista, en cuatro capítulos, cada uno dedicado a un implicado, a saber, el menor, el policía, la psicóloga, los padres (aunque hay más actores modulándolo todo). Y por sus actuaciones, además de ser un prodigio de realización técnica. Desde su mismísimo arranque hasta su final, con brío y nervio que se desatan fulgurantes por momentos, con tensión, con atónito punto de vista subjetivo (del espectador), pues vamos sabiendo a medida que avanza, al mismo ritmo que sus propios protagonistas, siempre sumidos en la perplejidad y la incertidumbre.

Debería expenderse en farmacias... ¡perdón!, quería decir, proyectarse en escuelas (para alumnos, padres y educadores) y en los templos legislativos. Todo un aviso a navegantes, a adultos inconscientes e ignorantes de los nuevos códigos juveniles (aunque esto siempre ha pasado), en estos tiempos que vivimos de juventud obnubilada, fácilmente intoxicable por bulos y demás patrañas, en informáticas redes sociales, donde también campan a sus anchas el acoso y la intimidación, cada vez más violentamente misógina.

Bueno, como siempre, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que tal vez puedan curar eventuales padecimientos, sean personales o sociales:

 - "Como todos los adolescentes intentó definir su identidad mediante el desafío o el conformismo. Elegir un comportamiento reproduciendo el de un grupo o un individuo admirado es una forma de eludir las propias contradicciones".  (Céline Curiol).

 - "La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan a los suyos".  (Concepción Arenal).

 - "Las mujeres son en toda la tierra criaturas de amor. Lo que ocurre es que la mayor parte de los hombres son demasiado tontos para seguir el juego, y de aquí el involuntario monopolio de unos pocos".  (Hermann Keyserling).

 - "En ningún momento he dudado que las mujeres sean tontas. Al fin y al cabo Dios las creó a imagen y semejanza de los hombres".  (George Eliot).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: