jueves, 23 de octubre de 2025

El más bello de los matutinos

¡Buenos días!

Se acerca la más hermosa de las estaciones del año para mí, el otoño, aunque ya deberíamos estar disfrutando de su total presencia, pero poco a poco, paciencia, que ya llegará a su debido tiempo, aunque se haga de rogar. Hoy, de momento, por los madriles, nos despertamos con muy gris nubosidad, cada vez más, y seguro que llueve a no mucho tardar, lo que también hará que se animen a caer las hojas de los árboles comenzando a engalanar el suelo que pisamos cual alfombra roja, perdón, ocreamarillenta, que nos conduzca a enamorarnos de lo que nos rodea, allá donde miremos, sea cielo azul (cual príncipe) o gris (cual plebeyo que somos todos), ambos tan hermosos a sus respectivas maneras. La máxima prevista será de 23ºC. Y este matutino con el que ahora empiezo el baile, y del que seguro quedo prendado por lo hermoso, lo que espero que así sea, como con todos sus predecesores, sean como hayan sido ser, que todo está en mi mirar.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La hermanastra fea" ("Den stygge stesøsteren", 2025), de Emilie Blichfeldt, y con Lea Myren, Thea Sofie Loch Næss, Ane Dahl Torp, y Flo Fagerli. La cinta de esta debutante directora noruega acaba de ganar el premio a la mejor película en el reciente festival de Sitges.

Una muy bella joven queda huérfana de padre, casado en segundas nupcias con otra viuda que tiene dos hijas, se ve obligada por su madrastra y hermanastras a convertirse en la sirvienta de la casa, poniéndole el mote de Cenicienta. Llegan noticias de que el joven príncipe del lugar va a organizar un baile con todas las mozas casaderas de la nobleza de su reino con el fin de elegir a su futura esposa, prohibiendo la madrastra a Cenicienta el acudir. Para el festejo prepara a su hija mayor, no muy agraciada y que sueña con casarse con el príncipe, su amor platónico, sometiéndola a toda clase de torturas estéticas (con la avenencia de la joven) para mejorar su aspecto y que el príncipe se fije en ella.

Buena película en general (nota: 6), de excelente factura formal y a la que lastró, por lo que a mí respecta, su exceso de brutal truculencia gore en algunos momentos, más a medida que iba avanzando. Tanto por lo que trata como por la forma en que lo hace me pareció que tiene ciertos puntos en común con una película que vi el año pasado, "La sustancia" ("The substance", 2024) de Coralie Fargeat. Esta revisitación retorcida y cruda del clásico cuento popular es muy oscura, situándose en las antípodas del cuento de hadas con final feliz estilo Disney, además de ser desde el punto de vista de una de las "malvadas" hermanastras, en su descarnada huida hacia adelante para intentar convertirse en la más guapa del reino a costa de cualquier remilgo, de sangre, dolor y lágrimas. Crítica de la tiranía de la belleza, y de sus servidumbres y su mercadeo carnal, especialmente para las mujeres jóvenes, más cuanto más jóvenes, con una tremebunda representación de cruentas operaciones de cirugía estética, que dejaría en pañales a las torturas inquisitoriales, aunque el terror también está en la horripilante presión por lucir las mujeres tan bellas como los imposibles cánones que algunos imponen (y algunas se autoimponen). También, de refilón, hay un cáustico choteo de los amores románticos imposibles y de los pretendidos príncipes azules salvadores de cándidas doncellas.

Ahora, a modo de afeites que seguro embellecen nuestras entendederas, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, comenzando por una de la propia directora:

 - "Solo hay una Cenicienta. El resto, las que luchamos por encajar en el zapato, somos hermanastras".  (Emilie Blichfeldt).

 - "La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma".  (George Sand).

 - "Podría engañarme, creer que soy hermosa como las mujeres hermosas, como las mujeres miradas, porque realmente me miran mucho. Pero sé que no es cuestión de belleza sino de otra cosa, sí, de otra cosa, por ejemplo, de carácter".  (Marguerite Duras).

 - "Por muy poderosa que sea el arma de la belleza, desgraciada la mujer que solo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre el hombre".  (Severo Catalina).

 - "Dime, oh Dios, si mis ojos, realmente, la fiel verdad de la belleza miran; o si es que la belleza está en mi mente, y mis ojos la ven doquier que giran".  (Michelangelo Buonarroti).

Besos y abrazos,

Don.

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