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jueves, 23 de junio de 2016

Se busca matutino

¡Buenos días!

Está aquí, pero se me escapa de entre los dedos, se me escurre por entre mis sinapsis neuronales, y tengo que atraparlo para ponerlo negro sobre blanco, o los colores que os plazca, y sentirme realizado una mañanita más, con la sensación del deber cumplido, y a seguir galopando adelante a través del tiempo que nos toca vivir. Hoy de caluroso verano, con un despiadado sol sin medida, y máxima prevista de 33ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mi hija, mi hermana" ("Les cowboys"), de Thomas Bidegain, y con François Damiens, Finnegan Oldfield, Agathe Dronne, Ellora Torchia, y John C. Reilly. Es el debut como director de este también guionista, de quien ya había visto algunas de sus escrituras fílmicas, a saber, "Un profeta" ("Un prophète", 2009) de Jacques Audiard, "De óxido y hueso" ("De rouille et d'os", 2012) de Jacques Audiard, "Perder la razón" ("À perdre la raison", 2012) de Joachim Lafosse, "La familia Bélier" ("La famille Bélier", 2014) de Eric Lartigau, y "Dheepan" (2015) de Jacques Audiard.

En una zona rural al este de Francia se reúne habitualmente un grupo de amantes del estilo de vida del Oeste americano y aficionados a la música country. En la fiesta vaquera se encuentra una familia, matrimonio y dos hijos. El padre baila con la hija adolescente mientras la madre y el hijo menor los miran. Al poco la joven desaparece sin dejar rastro y la familia se desmorona ante la obsesiva e infructuosa búsqueda del padre, acompañado por su hijo, por diversos lugares de Francia y del resto del mundo a lo largo de varios años. Cuando el padre fallezca, el hijo continuará con su labor.

Una buena película (nota: 6) este drama con maneras de western, contenido, de bonita fotografía, que empezó no diciéndome gran cosa pero que al final me enganchó, y que recuerda a "Centauros del desierto" ("The searchers", 1956) de John Ford, aunque llevado a nuestra época, donde la chica secuestrada huye voluntariamente con su novio islamista, los indios son los talibanes, y los vaqueros los occidentales (en general). La odisea buscadora de padre e hijo deja un poso de crítica a la intolerancia fanática, tanto de los islamistas como de nuestra acomodada sociedad occidental, que nadie está libre de pecado... y no cesamos de lanzarnos piedras.

Bueno, ahora algo de sabiduría ajena, con unas citas que he ido encontrando por ahí y que se dejaron convencer para pasar un rato por aquí:

 - "Un hombre sabio construirá más oportunidades que las que encuentra".  (Francis Bacon).

 - "Es duro fracasar en algo, pero es mucho peor no haberlo intentado".  (Ralph W. Emerson).

 - "Seamos con nuestra vida como arqueros que tienen un blanco".  (Aristóteles).

 - "El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede".  (Jorge Bucay).

Besos y abrazos,

Don.
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